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Sale a la luz la identidad de los detenidos por el asesinato del pequeño Lucca en Almería

Los detenidos son Bárbara y Juan David: la autopsia revela que el menor sufrió malos tratos físicos y violencia sexual.

Sale a la luz la identidad de los detenidos por el asesinato del pequeño Lucca en Almería

Sale a la luz la identidad de los detenidos por el brutal asesinato de un niño de 4 años, cuyo cuerpo fue localizado en una playa de Garrucha (Almería). Los resultados preliminares de la autopsia revelan indicios de violencia física y sexual, según el dictamen del Instituto de Medicina Legal (IML) de Almería.

Las pesquisas revelan que el pequeño sufrió malos tratos antes de su muerte. Esto se refuerza con el vídeo que ha circulado en redes sociales, donde se aprecia a uno de los detenidos zarandeando e insultando al menor en plena calle, mientras que el pequeño evidencia el temor que sufre.

Vídeo del niño asesinado en Almería junto a la pareja de su madre, ahora detenido, en el que se evidencia el temor del pequeño
Vídeo del niño asesinado en Almería junto a la pareja de su madre, ahora detenido, en el que se evidencia el temor del pequeño Captura

Por estos hechos, se ha detenido a dos personas. Se trata de la madre del menor, una mujer de 21 años y embarazada de cinco meses, así como su actual pareja, que no es padre del menor.

Quiénes son los detenidos por el asesinato de un menor en Almería: desvelan la identidad de los acusados

El menor fallecido en Almería era Lucca, de tan solo 4 años, cuyo cuerpo se encontró en la playa de Marina De la Torre en Mojácar (Almería), donde presuntamente fue asesinado por su madre.

La acusada es Bárbara B., a la que se ha detenido junto a un hombre con el que mantenía un vínculo sentimental, Juan David R., con quien espera a otro hijo.

La madre tiene 21 años y trabajaba en un quiosco del Parque Infantil de Garrucha, según publica el diario El Español. Estaba embarazada de cinco meses del otro acusado, que tenía interpuesta una orden de alejamiento por malos tratos previos.

El cuerpo del menor fue encontrado arrojado en una caseta de playa, con un peluche y una manta. El pequeño estaba lleno de moretones y evidenciaba una fuerte agresión física que, según la autopsia, también era sexual.

La mujer detenida, Bárbara, ya había sido detenida e investigada previamente por malos tratos a su hijo. Según revela el entorno al citado medio, tenía problemas de toxicomanía y a la vez sufría malos tratos de su pareja.

La investigación tiene entre sus principales hipótesis que la muerte del menor hubiese sido vista por Bárbara como una forma de canalizar su desesperación para salvar al menor. El entorno, sin embargo, baraja también que Bárbara pudiera haber actuado para hacer daño al padre del menor, que no está en ningún caso implicado en el crimen, lo que representaría un episodio de violencia vicaria.

Las alarmas empezaron a saltar cuando la detenida comenzó a enviar preocupantes mensajes a su padre. Y, a las 20:10 horas, llegó un aviso a Protección Civil de un niño que estaba inconsciente y desplomado en la playa tras marearse. La madre, en ese momento, no contestaba al teléfono cuando intentaron contactar con ella.

La policía trata ahora de averiguar el grado de implicación de los acusados, Bárbara y su pareja Juan David. Los resultados de la autopsia revelan que el menor pudo haber fallecido por asfixia.

Santería y una confesión

Ante la batida de los agentes, Bárbara acabó por presentarse en comisaría y se autoinculpó. Además, se detuvo a su pareja, Juan David, que presuntamente estaba vinculado en asuntos de santería y se sospecha que el crimen también podría estar relacionado con amenazas y chantajes por esta actividad.

Juan David está siendo investigado en estos momentos por quebrantar la orden de alejamiento. Además, la Policía investiga los vídeos de posibles malos tratos al menor, que podrían sumar cargos.

Los vecinos del pueblo explican que no tenían gran relación con los acusados, pero que era habitual ver al menor descuidado solo en el parque, mientras la madre trabajaba en el quiosco.

En la jornada en que falleció, el menor faltó al colegio, algo que se sospecha que podría indicar premeditación en el crimen. Por el momento, la Consejería de Servicios Sociales de la Junta de Andalucía ha reconocido que no había ningún expediente de protección sobre el niño.

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