Alerta por controles en carretera. La Dirección General de Tráfico (DGT) intensifica los controles para supervisar que todos los conductores cumplan con la normativa vigente. Las inspecciones se centran en supervisar le transporte de objetos en vehículos particulares y pueden acarrear sanciones que alcanzan los 30.000 euros en los casos más graves.
La normativa vigente establece que circular con determinados elementos sin autorización correspondiente puede implicar infracciones de alta gravedad. Por este motivo, los agentes nos pueden sancionar con multas, pérdida de puntos del carné o incluso consecuencias legales más allá de lo administrativo.
Los agentes de la Guardia Civil que se encargan de los controles están intensificando las inspecciones. No solo se requiere la documentación obligatoria o el estado de alcoholemia o sobriedad, sino también del habitáculo o del maletero de los vehículos.
Los incrementos de controles responden a la precaución sobre la seguridad vial y la prevención de posibles delitos relacionados con el transporte de elementos prohibidos o restringidos. Se trata de circunstancias que pueden poner en serio riesgo la seguridad de los conductores.

"Viajar con determinados objetos en el coche puede suponer una sanción grave si no se cuenta con la autorización necesaria", alerta la DGT, que destaca la importancia de conocer al detalle todos los elementos que se pueden transportar y en qué condiciones. Hay que recordar que el desconocimiento de la ley no exime nunca de su cumplimiento.
Confirmado por la DGT: los objetos en el coche que pueden llevar al pago de una multa
Los agentes de la Dirección General de Tráfico (DGT) que inspeccionan los vehículos realizan análisis en detalle para localizar cualquier infracción. Por este motivo, es bastante probable que revisen el interior del coche para comprobar qué elementos se portan. Entre aquellos que suponen sanción:
Además, las multas por objetos ilegales o peligrosos en el vehículo pueden acarrear multas cuantiosas, hasta 30.000 euros cuando no se cumple con la autorización correspondiente. El pago de la multa tampoco exime de posibles retiradas de puntos en el carné de conducir. La DGT recuerda que las medidas no se aplican con afán recaudatorio, sino que buscan garantizar la seguridad de los conductores.