El sueño americano tiene un alto costo: 1,5 billones de dólares en deuda estudiantil, lo que equivale al PIB de países como Australia o España. Los estudiantes universitarios estadounidenses se encuentran con una media de 22.000 dólares en préstamos al finalizar sus estudios, lo que supone una carga financiera significativa para muchos.
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En busca de una solución a este problema, Silicon Valley ha propuesto una alternativa al modelo tradicional de préstamos estudiantiles: los Income Share Agreements (ISA). Este modelo permite a los estudiantes acceder a la educación de forma gratuita y devolver el coste de sus estudios una vez hayan finalizado y hayan obtenido un empleo, mediante el pago de un porcentaje de su sueldo a la universidad.
Este enfoque innovador ha sido adoptado por centros como Lambda School y ha logrado captar la atención de los inversores, que ven en él una oportunidad para promover la educación y el éxito profesional de los estudiantes.
En cifras
Lambda School es una escuela técnica y digital que busca atraer a perfiles especializados. Hace algunos años, un grupo de inversores liderado por Geoff Lewis, próximo a Peter Thiel, puso 30 millones de dólares para desarrollarla a futuro bajo la premisa del ISA. A grandes rasgos, funciona así:
- Un alumno de Lambda tendrá que pagar el 17% de su salario a la escuela si, al término de sus estudios, obtiene un salario superior a los 50.000 dólares anuales. Durante dos años.
- Si cobra menos, no paga nada. Si encuentra un empleo que supere el umbral, reanuda los pagos. Lambda afirma que el 83% de sus alumnos encuentra puestos por encima de los 70.000 dólares.
- Como máximo, un alumno puede pagar 30.000 dólares anuales, de tal modo que la deuda no desincentive acceder a puestos mejor pagados.
