Parece que avanzamos socialmente hasta que nos encontramos cifras tan grandes como la del 40 %. Estos son los jóvenes que pertenecen al colectivo LGTBIQ+ y que piensan en abandonar sus hogares o lo han hecho ya por el rechazo que sufren de su entorno más cercano.
Cambiar de lugar de residencia se convierte en algo vital para estas personas porque vivir sin ocultar la identidad sexual y sin ser discriminados es una necesidad básica, al igual que vivir sin miedo a la violencia callejera o, incluso, doméstica que en algunas ocasiones se da por el odio que sienten algunas personas hacia el colectivo LGTBIQ+.
Estudio sobre el abandono del hogar en jóvenes LGTBI
La Federación Estatal LGTBI+ y la Universidad de Salamanca han estudiado el abandono del hogar en jóvenes LGTBI. La primera hipótesis confirmada del informe es que la "expulsión forzosa continúa operando de manera silenciosa y sistemática en numerosos rincones del país".
El estudio se ha basado en analizar las entrevistas realizadas a 800 personas pertenecientes al colectivo, de las que se extrae que el 13 % se han mudado de su hogar por miedo a la violencia o la persistencia de discursos de odio, a su vez, el 21,5 % se lo han planteado; es decir, un 34 % han visto el desplazamiento como la mejor opción de vida.
???? El sexilio no es historia: sigue pasando hoy.
— Federación Estatal LGTBI+ (@FELGTBI) September 29, 2025
Miles de personas LGTBI+ en España se ven forzadas a abandonar sus casas, familias y pueblos para poder vivir sin esconderse. pic.twitter.com/4NWfYwveMP
En el caso de los jóvenes, los porcentajes ascienden a que un 16,3 % ha llevado a cabo el cambio de residencia y un 23,7 % se lo han planteado seriamente, es decir, un 40 % de los jóvenes que pertenecen al colectivo ven el cambiar de hogar como la mejor opción para ellos mismos.
El entorno, además del familiar, es muy importante. Las encuestas dicen que el 43,4 % abandonan las grandes ciudades y solo el 13,5 % los pueblos o entornos rurales. Sin embargo, la mayoría de los jóvenes encuestados abandonan pueblos o ciudades pequeñas.
La mayoría de las personas del colectivo se trasladan a grandes ciudades donde encontrar referentes, apoyo y poder mostrar su sexualidad con libertad. Esta opción no tiene porque ser la mejor y al principio puede ser hasta peor. Un 22,1 % afirma haber vivido en lugares no adecuados. Existe también un porcentaje de los encuestados que aseguran seguir con miedo e, incluso, depresión.
Palabras de Jesús A. Muñoz
Además, los investigadores han aportado: "Este patrón confirma que la discriminación se entrecruza con desigualdades territoriales, sociales y económicas, convirtiendo la migración en una obligación más que en una opción".
Como posible solución a este problema, la Federación Estatal LGTBI+ propone "políticas públicas con un enfoque territorial e interseccional, que aseguren que nadie tenga que huir de su pueblo, su barrio o país para ejercer sus derechos y ser quién es".
Estas palabras de Jesús A. Muñoz, miembro de la federación, vienen acompañadas con una propuesta y es que trabajarán con el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico para evitar que estos jóvenes se vayan de sus hogares concretamente de las zonas rurales y ciudades pequeñas. "Migrar debe ser una decisión libre, nunca una obligación impuesta por el odio, la violencia o la falta de oportunidades", finaliza Muñoz.