A pesar de que la crisis sanitaria del coronavirus que vivió todo el planeta en 2020 ya no está activada, la realidad es que el coronavirus no se ha ido nunca. La población ha aprendido a convivir con este patógeno, en lo que ha sido clave la inmunidad de grupo y las vacunas.
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El problema, sin embargo, es que este virus tiene una gran capacidad de mutar y desarrollar nuevas variantes con diferente capacidad de contagio e intensidad. De este modo, preocupa especialmente la alerta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre una nueva variante de coronavirus que ha impactado especialmente en varios países de Asia como China, Tailandia o India, con un elevado número de contagios y hospitalizaciones.
El informe que la OMS emitió el pasado 28 de mayo indicaba que esta variante, llamada NB.1.8.1, puede convertirse durante las próximas semanas en una de las que alcance mayor incidencia. Su presencia en 22 países, especialmente en Asia, está viéndose disparada con mayor número de personas afectadas.
Alta incidencia
Entre los países más afectados se encuentra Tailandia e India, donde el número de casos activos ha superado los 3.000, triplicando a los registrados hasta hace una semana, como recogen los datos oficiales del Ministerio de Sanidad de India.
El Gobierno quiere evitar un escenario similar al vivido durante la segunda ola de coronavirus en India en 2021, cuando se llegó a contabilizar más de 400.000 contagios y 4.000 muertes diarias, colapsando por completo su sistema sanitario.
Por el momento, hay constancia de un incremento de casos en España. El Centro Nacional de Epidemiología ha informado, a través del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SIVIRA) que durante la última semana se han dado 39,4 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 32,2 de la semana pasada. En todo caso, no hay ninguna información que relacione este incremento con la nueva variante NB.1.8.1.
A pesar de que la OMS está vigilando de cerca esta nueva variante, su evolución e incidencia en los países más afectados, por el momento no ha dado la voz de alarma porque explica que "los datos actuales no indican que esta variante provoque una enfermedad más grave que otras variantes en circulación".
