Los festivales marcan la temporada estival, pero también serán parte de las agendas hasta final de año. Las citas se suceden por diversos puntos del país y suponen la mejor excusa para vivir nuevas experiencias, conocer gente y conectar con nuestros gustos musicales.
Sin embargo, cuando nos aventuramos a vivir una experiencia de estas características, debemos tener cautela. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha puesto el foco sobre ocho festivales de música celebrados en varias comunidades autónomas por presuntas prácticas fraudulentas que ya podrían haber afectado a unas 40.000 personas.
Los festivales señalados y las prácticas que denuncia la OCU
El informe de la OCU señala a ocho festivales de música muy conocidos por todos por prácticas presuntamente engañosas para sus asistentes. Además, también describe qué tipo de situaciones son abusivas y cómo tenemos que responder. Estos son los festivales indicados.
Entre los procedimientos que denuncia la OCU se encuentran el cobro de comisiones de entre 2 y 3 euros para tener opción a recuperar el saldo que queda a los asistentes en su pulsera para las consumiciones, puesto que se trata de dinero que no se ha empleado en ningún momento.
Otra mala práctica es cobrar un recargo por salir y volver a entrar en el festival. La OCU denuncia que se trata de una práctica demasiado habitual, pero que no responde a ningún servicio adicional porque "el control del aforo es inherente a la organización del evento". En algunos casos puede tener un coste de hasta 35 euros, que se podría considerar una retención ilegal.

Además, la OCU también considera abusivo que no se contemple la devolución de la entrada por causas climatológicas o cambios en el cartel. Hay que tener en cuenta que, para muchos asistentes, los artistas que participan "son el elemento esencial para que los usuarios decidan comprar la entrada y asistir".
Por otro lado, aunque reconocen que con menor frecuencia, también se establece la prohibición de entrar con alimentos y bebidas. A pesar de que se contempla en la normativa de algunas comunidades autónomas, la OCU ve que se trata de una medida abusiva, puesto que la principal actividad de la organización es la musical y artística, no alimentaria. En este caso, la OCU pide al Ministerio de Consumo que desarrolle una normativa homogénea sobre derechos básicos de los asistentes incluyendo compensaciones automáticas en caso de malas prácticas.
Por el momento, la OCU recomienda a todos los afectados por este tipo de prácticas que soliciten la hoja de reclamaciones para denunciar. En el caso de que el local no disponga, se puede llamar inmediatamente a la policía local para que se persone en el lugar. Algunas acciones pueden implicar, además del reembolso del dinero, una reclamación por daños y perjuicios derivados de los gastos asociados al festival, como transporte o alojamiento.