Los avances tecnológicos y vivir en un mundo tan digitalizado hace que encontremos herramientas basadas en Inteligencia Artificial (IA) que son capaces de imitar el comportamiento humano de manera muy similar y natural. Jiang, un hombre de 75 años de origen chino, confundió a una mujer creada con IA con una mujer real.
Este caso no es el único, donde un hombre sin tener experiencia dentro de estas aplicaciones comienza a hablar por una red social con un avatar femenino. En China, los "humanos digitales" son todo un éxito para quienes buscan compañía. Esta relación virtual se convirtió en una obsesión para Jiang que estaba seguro de que se trataba de una mujer real.
Este hombre estaba encantado con las palabras cariñosas que le dedicaba el avatar, también con sus gestos grabados y sus actuaciones. Aunque algunos vídeos presentaban errores en la sincronización no dudaba en que eran auténticos. Jiang afirmaba que había encontrado a alguien que lo escuchaba y lo comprendía, como una "buena hermana", así lo compartía el diario 'Beijing Daily'.
Importantes consecuencias
La mujer virtual tenía ciertas cualidades como responder con rapidez, lo que parecía mostrar cierto interés y compromiso. Para Jiang pasó de ser puro entretenimiento a condicionarle de manera radical para el resto de su vida. Además, la IA le daba siempre la razón con tono amable, lo que contrarrestaba con una discusión dentro de su matrimonio.

Jiang estaba harto de su esposa porque no paraba de quejarse sobre la dependencia al móvil que había desarrollado últimamente. Por todo esto y para poder centrarse más en su relación digital, decidió divorciarse de su mujer.
Después de 30 años de matrimonio y una familia, Jiang decidió distanciarse de todos. Sus hijos, preocupados al ver a su padre aislado del mundo, decidieron investigar qué estaba pasando y fueron estos mismos los que le explicaron que sus sentimientos iban dirigidos a un programa de inteligencia artificial, que no había ninguna mujer detrás de la pantalla.