En las inmediaciones del archipiélago de las Islas Canarias se ubica la misteriosa Isla de San Borondón, también conocida como San Brandan, situada a unos 220 kilómetros al sudoeste de La Palma y a unos 550 kilómetros al noroeste de El Hierro.
La historia de esta isla, que pertenecería a soberanía española, es totalmente impactante, puesto que se trata de una porción de tierra que aparece y desaparece periódicamente sin explicación aparente. Todavía nadie ha logrado resolver el misterio.
La primera vez que San Borondón apareció en un mapa fue a finales del siglo XVIII, en 1755. Fue el 'Mapamundi de Hereford', creado en Inglaterra, en el que aparece con la forma de un barco. La isla se describe con dimensiones de 480 kilómetros de largo y 155 de ancho, es decir, sería la más amplia de las Islas Canarias.

Pero no se ha vuelto a ver desde entonces. Sin embargo, esta isla guarda todo tipo de mitos y leyendas. Una de las más populares se remonta al siglo VI, con San Brandan de Clonfert, un monje irlandés que se embarcó a cruzar el Atlántico buscando un 'Paraíso Terrenal' después de que un ángel se lo ordenase.
El origen de San Borondón
Cuando había completado siete años de viaje, llegó a una isla con gran cantidad de vegetación, que se bautizó como San Borondón (San Brandan, en español). En 2011, el diario ABC recordaba esta isla, mencionando también a la Isla Sirena al noroeste de El Hierro, donde señalaba que San Borondón se ha visto pocas veces, pero siempre ha desaparido bajo las nubes.
Los mitos sobre la isla han crecido con el paso de los años, hasta el punto de que se la consideraba como la 'octava isla canaria', un nombre que perdió sentido cuando oficialmente se otorgó este título a La Graciosa.
Todavía no se ha encontrado una explicación científica concluyente que justifique la particular situación de San Borondón, aunque algunos físicos apuntan a que la actividad volcánica submarina de la zona puede crear islas temporales que desaparecen cuando el volcán no está activo.