Juana Rivas finalmente entregará a sus hijos a su padre, Francesco Arcuri. Los abogados de ambas partes se han reunido, en un encuentro en el que el Juzgado de Instrucción número 3 de Granada ha fijado unas condiciones para la entrega, que ha sido pospuesta a este viernes, 25 de julio.
La orden busca que el punto de encuentro sea un lugar íntimo y alejado de cualquier presencia mediática, para no convertir el proceso en un espectáculo y evitar todo lo posible la exposición del menor ante las cámaras.
De este modo, se cumple la sentencia de la Corte de Apelación de Cagliari, que establece que la custodia del hijo menor de ambos, Daniel, de once años, pertenece al padre. Su otro hermano, que ya es mayor de edad, seguirá junto a Juana Rivas, puesto que ya se le considera capacitado para adoptar esta decisión de manera autónoma.
Exposición mediática
Este cambio en las condiciones quiere evitar lo ocurrido durante la jornada de ayer, miércoles 22 de julio, con el punto de encuentro totalmente repleto de medios de comunicación. El hijo de Juana Rivas y Francesco Arcuri llegó junto a su madre, hermano mayor, asesora legal y varios familiares.
En el lugar se grabó al hijo mayor y se registraron comentarios del menor de once años, que llegó a decir que el padre le "iba a matar". Además, había presencia de varias plataformas de apoyo con firmas para intentar que no se ejecute la sentencia italiana y que el menor permanezca con Juana Rivas.
El nuevo punto de encuentro se realizará en un espacio mucho más íntimo, alejado de toda presencia mediática y con las medidas oportunas. Se busca sobre todo proteger al menor. No acudirá su hermano ni ningún otro familiar, excepto sus padres, y tampoco habrá más testigos. No se ha señalado dónde ni cuándo se producirá esta cita.
Juana Rivas ha vuelto a oponerse a la ejecución de esta sentencia judicial, que termina que su hijo Daniel, de once años, debe volver con su padre, que tiene la custodia. El menor estaba en Granada porque había viajado durante las Navidades, pero no regresó a Italia y se ha determinado que Rivas incumplió algunas de las medidas estipuladas, como el contacto con el padre a través del teléfono o los mediadores.
El intento de ejecutar la sentencia se vio frustrado ayer, 22 de julio, porque los psicólogos determinaron que el menor no estaba en ese momento en condiciones de abandonar España. Se trata de una situación relativamente frecuente, pero que ayer se vio especialmente condicionada por las circunstancias en las que se produjo el encuentro.