Confirmado por la Seguridad Social. Los subsidios, pensiones y ayudas públicas están destinadas a facilitar la vida de la población más vulnerable y solventar las grietas en el sistema que impiden una correcta integración en la vida en sociedad.
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Sin embargo, acceder a una ayuda de estas características no es fácil. La Administración analiza con detalle todos los factores y causas justificadas que finalmente lleve a resolver si el solicitante tiene realmente derecho a una ayuda o no.
A pesar de que muchos puedan sorprenderse de que un trastorno por adicción, considerado una enfermedad mental en los manuales científicos, pueda conceder una incapacidad, la Seguridad Social sí lo contempla en algunos casos como el alcoholismo, que puede derivar en incapacidad permanente.
El consenso médico establece que el alcoholismo es una enfermedad crónica con efectos amplios a nivel físco, neurológico y psicológico, que pueden incapacitar por completo a una persona para desempeñar su profesión habitual.
De este modo, si dichos daños provocan pérdidas serias de capacidades, como un deterioro cognitivo severo, problemas motores o enfermedad mental derivada, el trabajador podría acceder a una pensión reconocida como incapacidad permanente total, absoluta o, en casos extremos, gran invalidez.
Intensa evaluación
En todo caso, los pacientes que tengan pensado acceder a esta prestación, deben tener en cuenta que no es fácil. La persona afectada debe pasar por una evaluación muy rigurosa tras la que se determinará la resolución.
Primero deberá presentar informes clínicos y demostrar que la dependencia ha dejado secuelas concretas que afectan a su capacidad para trabajar. Después, el órgano competente evalúa el grado de afectación y decidirá si concede la incapacidad permanente (parcial, total, absoluta o gran invalidez) dependiendo del impacto de las secuelas.
Con este reconocimiento, se abre una vía de protección a los pacientes que están diagnosticados de trastorno por adicción. En muchos casos, los pacientes con alcoholismo sufren problemas psicológicos, sociales o físicos que impiden su total integración en el mercado de trabajo.
