El Ayuntamiento de Madrid, encabezado por José Luis Martínez-Almeida (PP), prevé gastarse medio millón de euros del erario público en desmontar los toldos en la Puerta del Sol. Esta cantidad se suma al millón y medio de euros que ya se invirtió en su instalación al comienzo de la temporada estival.
La medida se aprobó después de la polémica reforma de la Puerta del Sol, que el Ayuntamiento inauguró durante la primavera de 2023 para convertir la plaza en un espacio peatonal. Sin embargo, la ausencia total de árboles y el modelo de 'plaza dura' fueron muy criticados, ya que la capital alcanza los 40ºC en verano y se descartaban zonas para el descanso de los vecinos.
La obra, lejos de recibir la aprobación de otros espacios como la reforma de Gran Vía o Plaza de España (ejecutadas durante los mandatos de Manuela Carmena), terminó bautizada irónicamente como la 'sartén de Sol' por la falta de espacios frescos para resguardarse del calor.
Toldos pero no árboles
La obra de reforma de Sol costó al erario público un total de 13 millones de euros y el Ayuntamiento solo fue consciente del problema de falta de sombra tras la remodelación. Lejos de plantearse incluir árboles en espacios como maceteros para sortear el suelo hueco de la plaza, optó por una solución que tampoco estuvo exenta de polémica.

Se trata de la instalación de toldos temporales. La idea del Gobierno de Martínez-Almeida es montar y desmontar continuamente los toldos cuando se avecinen episodios de calor, alegando que no pueden ser permanentes porque la Real Casa de Correos es un BIC (edificio Bien de Interés Cultural) y su visibilidad está protegida.
El gasto inicial para esta solución se calculó en aproximadamente 1,5 millones de euros, pero el dinero no ha hecho más que aumentar. El Consistorio ahora se ha visto obligado a licitar otro contrato de casi medio millón de euros más (499.094,57 euros) para desmontar, almacenar y volver a montar los toldos por temporada hasta 2027, incluyendo posibilidad de prórroga.
El acuerdo suscrito incluye la conservación, limpieza y vigilancia diaria de la instalación, así como la retirada urgente en caso de alerta meteorológica, cuando se registren vientos de más de 130 kilómetors por hora o lluvias intensas. Con ello, la solución de los toldos para dar sombra en la Puerta del Sol implicaría un impacto para las arcas públicas de aproximadamente dos millones de euros.
Críticas
La oposición ha criticado este gasto y reclamado un cambio de mentalidad. Así lo ha expresado la ministra de Sanidad y ex portavoz regional de Más Madrid, Mónica García: "Necesitamos más árboles, menos asfalto y un urbanismo que reduzca el efecto isla de calor en nuestras ciudades".
Por su parte, la portavoz del PSOE en el Consistorio, Reyes Maroto, ha puesto como ejemplo la solución aportada por el Ayuntamiento de Barcelona: "Es mucho más bonito y más barato, cuatro sombras cuestan 100.000 euros y no tienen anclajes".
Por su parte, el alcalde José Luis Martínez-Almeida, ha defendido su gestión durante el Debate sobre el Estado de la Ciudad: "No tengo ningún problema en hablar de la Puerta del Sol, con una condición, que me digan ustedes qué sombra pusieron en la Puerta del Sol, cuántos geranios plantaron, o si peatonalizaron la Puerta del Sol".
El regidor ha sostenido que la instalación de toldos desmontables supone una "solución satisfactoria", puesto que resuelve todas las problemáticas "desde el punto de vista estético y también desde el punto de vista de las condiciones climatológicas".