Alerta por la presencia de la bacteria carnívora Vibrio vulnificus en las costas de Estados Unidos, que ha llevado a decretar la alarma principalmente en los estados de Florida y Luisiana. Se trata de una bacteria muy habitual en aguas cálidas que ya ha infectado a, al menos, 16 personas.
Además, se han registrado varias muertes en los dos estados costeros. El Departamento de Salud de Florida indica que hay cinco muertos por la infección, mientras que en Luisiana se han detectado cuatro fallecimientos hasta el momento por la misma situación.
La bacteria Vibrio vulnificus tiene gran capacidad para destruir el tejido humano muy rápidamente. Suele vivir en aguas marinas cálidas, que son sus lugares predilectos para su proliferación. La bacteria puede además generar infecciones muy graves, que también pueden ser mortales.

El contagio de la bacteria hasta provocar una infección se puede producir por dos vías principales. Una de ellas es el consumo de mariscos contaminados, especialmente crudos o poco cocidos. Por otro lado, el riesgo también puede darse en la exposición de heridas abiertas a agua de mar contaminada.
Qué síntomas provoca la bacteria Vibrio vulnificus: alerta en las costas
Los síntomas de la bacteria Vibrio vulnificus dependen en gran medida de la vía de infección del paciente. Cuando se ingiere a través de mariscos contaminados, puede causar síntomas gastrointestinales como dolor abdominal severo, náuseas, vómitos o diarrea.
Cuando se produce la exposición de heridas al agua contaminada, existe el riesgo de infecciones de las heridas por hinchazón y enrojecimiento alrededor de la herida, dolor o fascitis necrosante, una infección muy grave que provoca la muerte del tejido.
En pocas ocasiones, la infección por esta bacteria causa enfermedades graves en individuos sanos. El riesgo es mucho más elevado en pacientes con problemas previos de salud como enfermedades crónicas del hígado, diabetes, hemocromatosis, sida, tumores malignos y situaciones de inmunosupresión. En el caso de individuos con el sistema inmune alterado o enfermedades hepáticas, el riego se dispara hasta 80 veces en casos de septicemia que en el caso de pacientes sanos.