Escenas de auténtico pánico en el encierro celebrado en Mondéjar (Guadalajara) con motivo de las fiestas patronales de la localidad. Un hombre de 37 años ha muerto como consecuencia de las heridas sufridas tras recibir una brutal cornada en Mondéjar (Guadalajara).
El fallecido, que responde a las iniciales de D.M., es vecino de la localidad madrileña de Arganda del Rey. El municipio ha declarado dos días de luto oficial por el fallecimiento del hombre, que era muy conocido en esta ciudad: "Queremos expresar de este modo nuestras condolencias a la familia, amigos y seres queridos en estos momentos tan complicados", ha expresado el Consistorio.

"Hace muy pocos días estabas celebrando nuestras Fiestas con todos nosotros y hoy tenemos la noticia de que nos has dejado. Lo que más amabas, el toro, te ha quitado la vida y estamos sin palabras. Mi más sentido pésame... A la familia y amigos, toda la fuerza del mundo", ha escrito en redes sociales el alcalde de Arganda del Rey, Alberto Escribano.
Escenas similares en Navalcarnero
La muerte de D.M. en los encierros de Mondéjar (Guadalajara) se suma a las escenas de auténtico pánico que se vivieron hace tan solo diez días en la localidad madrileña de Navalcarnero, también en otro encierro con motivo de sus fiestas patronales.
El segundo evento nocturno celebrado en la localidad durante las fiestas dejó varios heridos y un complejo operativo de Protección Civil. Uno de los toros que participaba en el evento se saltó la valla de seguridad al optar por distanciarse del resto de animales que le acompañaban. Precisamente en ese momento se agolpaban los asistentes, lo que derivó en lesiones en varios de los asistentes.
Por este motivo, Protección Civil se vio obligada a activar el protocolo de incidentes de múltiples víctimas, realizando diversas asistencias simultáneas para evitar que los hechos fueran a mayores. Entre los afectados, se trasladó a cinco personas a diferentes hospitales de la Comunidad de Madrid.
El astado se coló en el callejón de la plaza y sembró inmediatamente el pánico entre los asistentes. La brutal ferocidad del animal, que se había saltado por completo todas las medidas de seguridad, derivó en multitud de lesiones de diversa consideración entre los presentes.