Giulio Burattini, de 36 años, ha fallecido después de haber sido atacado brutalmente por el jabalí que había disparado previamente en las inmediaciones de la reserva natural Pigelleto di Piancastagnaio, en la región italiana de Toscana.
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El hombre, procedente de Castell'Azara, Italia, había disparado al jabalí, que se derrumbó en el suelo. Fue en ese momento cuando se aproximó para revisar a su presa, creyendo que ya había fallecido como consecuencia del disparo. Sin embargo, para su sorpresa, el jabalí se incorporó y le mordió la parte superior de la pierna derecha, mientras se acercaba, cortándole la arteria temporal para provocarle una hemorragia.
Sus compañeros presentes trataron de ayudarle con los pocos medios disponibles, ya que se encuentran en mitad del campo y teniendo en cuenta que su pierna estaba sangrando abundantemente. No consiguieron detener la hemorragia, motivo por el que llamaron a emergencias.
Cuando las autoridades sanitarias llegaron a la zona, con un helicóptero de rescate, ya era tarde. Las heridas eran demasiado graves para sobrevivir en tales circunstancias y Giulio había perdido demasiada sangre durante el período.
Hasta la zona de rescate acudieron los operadores de los servicios de emergencias, el Rescate Alpino Toscano y Espeleológico, los Carabinieri y el helicóptero medicalizado.
Condolencias del alcalde
El suceso ha tardado poco en difundirse y ha provocado una muestra de condolencias por parte del alcalde, Mauricio Coppi: "Supe inmediatamente del accidente y lamentablemente no sobrevivió. Conozco muy bien a la familia, especialmente a su padre, un ex veterinario, que era concejal cuando yo era asesor externo. Es una verdadera gran desgracia que molestó a toda nuestra comunidad que no quería creer lo que había sucedido: Giulio era un niño de oro, amado y querido por todos".