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La Mesa del Congreso prohíbe llamar "fascista" a VOX

Las ofensas serán retirar del diario de sesiones, aunque esta regla no distingue entre calificativos políticos y ataques personales.

La Mesa del Congreso prohíbe llamar "fascista" a VOX

El clima en el Congreso de los diputados ya es irrespirable. La tensión se eleva en todas y cada una de sus sesiones con descalificativos y ataques personales que no haces sino degradar el debate político. Especialmente grave fue la intervención de Carla Toscano, diputada de VOX, cuando aseguró que el "único mérito" de Irene Montero es "haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias".

La polémica generada por este ataque machista se vio acrecentada por la tibia reacción de la Presidencia de la Mesa del Congreso, lo que ha llevado a varios grupos a quejarse por las maneras en las que el partido de extrema derecha se desenvuelve en la Cámara Baja.

Después de que en los últimos días varios diputadas tensaran la cuerda, tras una intervención de VOX en la que un diputado acusó al PSOE de pactar con "comunistas, separatistas, secesionistas y filoetarras", el vicepresidente primero del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis (socialista), anunció que "cada vez que se produzca una ofensa a cualquiera de los grupos de esta Cámara, bien sea fascista o bien cualquier otro término, será retirado del diario de sesiones".

Desde el equipo de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, han explicado que la también socialista no ha establecido un criterio fijo para determinar qué términos son válidos y cuáles no en la Cámara Baja. Simplemente, aseguran, ha decidido aplicar el reglamento de forma "estricta" y afear cualquier mención que considere ofensiva.

Esta postura, no obstante, no parece hacer distingos entre apelativos de corte político, más o menos duros, y lo que son alusiones personales que atenten contra la dignidad de los diputados o los miembros del Gobierno, como el sufrido por la ministra de Igualdad. En cualquier caso, no parece que esta nueva regla se aplique a todos por igual pues el pasado jueves 1 de diciembre, el diputado de VOX Javier Ortega Smith tildó de "etarras" a EH Bildu y no recibió ninguna reprimenda.

La retirada de los términos del diario de sesiones no implica que las palabras vayan a desaparecer de los registros. Significa que aparecerán en la transcripción acompañadas de una explicación en la cual se refleje que han sido retiradas por la Presidencia del Congreso dejando por escrito la decisión.

El reglamento

Tomar esta medida resulta innecesario si tenemos en cuenta que el reglamento del Congreso ya tiene herramientas para este tipo de situaciones, por lo que bastaría con aplicarlo con mayor determinación. Así, el artículo 101 faculta a la presidencia de la Mesa a suspender temporalmente la condición de diputado al parlamentario que, "tras haber sido expulsado del salón de sesiones, se negare a abandonarlo", como ocurrió con el diputado de VOX José María Sánchez cuando llamó "bruja" a la parlamentaria socialista Laura Berja.

Antes de llegar a este extremo, la presidencia tiene la capacidad de llamar al orden a los diputados que "profirieren palabras o vertieren conceptos ofensivos al decoro de la Cámara o de sus miembros, de las Instituciones del Estado o de cualquiera otra persona o entidad". A la tercera llamada al orden, tiene la potestad reglamentaria de expulsar de la sesión al parlamentario infractor.

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