La periodista Maribel Vilaplana, que comió con Carlos Mazón en el restaurante El Ventorro en los momentos más críticos DANA, con más de 200 muertos, ha lanzado una sorprendente revelación ante las preguntas de la jueza Nuria Ruiz Tobarra.
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Vilaplana ha asegurado durante el interrogatorio que ha llegado a sufrir extorsiones con amenazas de publicar unas presuntas imágenes en las que supuestamente aparece saliendo de la casa de Carlos Mazón en Valencia. "Han sido extorsiones de periódicos muy serios", ha declarado.
Su revelación ha sido uno de los momentos más duros de su comparecencia, en la que incluso ha llegado a llorar. Lo mismo ha ocurrido cuando le han preguntado por el cambio de ropa que evidenció durante el Cecopi, que ha emplazado a la comida: "Se quitó la americana y se puso el jersey que llevaba en una mochila".
Maribel Vilaplana, en todo caso, no ha podido confirmar que ese jersey fuera el mismo suéter amarillo con el que Carlos Mazón se presentó en el Cecopi. Este detalle es relevante, puesto que se sospecha que el presidente se marchó a ducharse a casa, descansar y cambiarse de ropa tras comer en El Ventorro, en uno de los momentos más críticos de la tragedia.
"Necesito hablar contigo"
Durante su testificación, Maribel Vilaplana también ha asegurado que Carlos Mazón la abordó en un coctel tras un evento que se celebró el 14 de octubre de 2024 y que le propuso organizar la comida en El Ventorro.
"Necesito hablar contigo, me gustaría que colaboraras, que tuviéramos un tipo de algún tipo de colaboración", le expresó. Por este motivo, se citaron el 29 de octubre porque tenía la tarde libre y Mazón aseguró que "también la podía tener liberada", según recoge Levante-EMV de fuentes conocedoras de la declaración.
Vilaplana le pidió que el encuentro no fuera oficial porque trabaja en el sector privado y quería evitar vinculación política. Ambos se citaron a las 15:00 horas y en el restaurante, asegura, le subieron a un reservado para la cita.
Antes de la comida, Vilaplana asegura que el dueño del restaurante se acercó con un sobre con papeles, que Mazón leyó entonces y firmó tras excusarse. Durante la comida también ha afirmado que Mazón atendió repetidamente al teléfono móvil, aunque no pronunció palabras vinculadas a la catástrofe.
Dada la excesiva atención al teléfono móvil, Vilaplana asegura que le llegó a sugerir que saliera del salón para atender las reclamaciones, aunque el presidente respondió entonces que no era necesario tener ese gesto.
La jueza también ha querido conocer la actitud de Mazón tras finalizar estas conversaciones a través de su teléfono móvil: "Nunca me comentó nada de esas llamadas. Ni oigo palabras, ni oigo dana, ni Cecopi, ni lluvias". También ha afirmado que desconoce con quién conversaba.
El encuentro terminó a las 18:45 horas, casi cuatro horas después de su comienzo, a petición de Carlos Mazón. En ese momento, la entonces consellera de Emergencias, Salomé Pradas, ya había trasladado el alcance de la emergencia, según declaró su entorno. A pesar de todo "todavía alargamos, porque charlamos un rato, porque yo estaba muy empeñada en que él viniera a un partido de fútbol, porque yo trabajo también para el Levante UD".
