Se complica el horizonte judicial de Juana Rivas . El Juzgado de Instrucción 4 de Granada ha ordenado que declare como investigada el próximo 30 de octubre como presunta autora de un delito de sustracción de menores tras la denuncia de su ex pareja, Francesco Arcuri.
El juzgado investiga si hay delito en las actuaciones de Rivas, que recibió a sus hijos de la mano de Francesco Arcuri el pasado invierno, en cumplimiento de la orden de custodia, pero que no los devolvió en enero, como había ordenado la sentencia.
La causa abierta supone un claro riesgo para Rivas de entrar en la cárcel. Si fuese condenada en este caso, estaría obligada a cumplir la pena de dos años y medio por los que ya fue condenada también por sustracción de menores en 2016 y 2017.
En aquella ocasión, el Gobierno le concedió el indulto para evitar que cumpliera esa pena. Sin embargo, aquel indulto era parcial, puesto que tenía como condición que no se reincidiera en los siguientes cuatro años, algo que habría incumplido en caso de que ahora se emita una sentencia en su contra.
Una nueva denuncia
Los hechos que ahora se investigan están relacionados con el último viaje de sus hijos a España. Los menores, que estaban en Italia en cumplimiento de una sentencia que otorga la custodia al padre y en la que se señala que la progenitora "manipula" a sus hijos con un claro "impacto psicológico", viajaron por las Navidades para pasar estas fiestas con su madre.
Francesco Arcuri destaca en su denuncia que siempre cumplió con los requerimientos para entregar a sus hijos, algo que no ha ocurrido en esta ocasión con su madre, pero tampoco previamente. Daniel debería haber vuelto a Italia el 7 de enero, pero Juana Rivas incumplió esa norma, así como impidió que pudiera hablar por teléfono con el padre o con la educadora social, como había sido estipulado.
El menor no volvió a italia hasta el 25 de julio, pasando por un encuentro previo el 22 de julio, con una multitud reunida en el Punto de Encuentro Familiar de la Junta de Andalucía, en el que el menor comenzó a gritar que su padre "le iba a matar".
La Audiencia destaca en su auto que la madre intenta "alterar el régimen de custodia de su hijo", que pertenece en exclusiva al padre por orden de la justicia italiana. Allí, una perito determinó que la madre intenta "manipular" a sus hijos para que se posicionen en todo momento en su contra. El auto, además, expresaba que este incumplimiento se podría haber evitado porque el juzgado tenía conocimiento de dos sentencias en las que reconoce que Rivas "intenta romper el vínculo" entre el padre y los hijos, así como sus antecedentes por sustracción de menores.
En la maraña judicial que constituye el caso también queda pendiente el juicio por los presuntos malos tratos habituales, físicos y psicológicos, de los que se culpa al padre. Por este motivo, hay previsto un juicio el 18 de septiembre en Cagliari, capital de Cerdeña, donde Francesco reside con su hijo. Una acusación que ya se ha resuelto previamente con absolución y sobre el que hay otras denuncias sobreseídas incluso antes de ir a juicio.