Fatal error médico. El Juzgado de Instrucción número 1 de Llerena (Badajoz) investiga la muerte de una mujer de 24 años y embarazada de siete meses que acudió hasta en cuatro ocasiones al servicio de urgencias del Hospital de Llerena (Badajoz) con dolor abdominal y vómitos.
Los médicos le dieron el alta en las cuatro visitas, a pesar de que los análisis clínicos estaban mostrando valores descompensados en los leucocitos y la proteína C reactiva. A pesar de los dolores y su avanzado estado de gestación, el hospital siempre le daba el alta en el mismo día.
Pero la situación se complicó gravemente el 28 de diciembre de 2024, cuando acudió por primera vez con vómitos y molestias epigástricas. Sin embargo, le volvieron a decir que se fuera tres horas después. Ese mismo día regresó, cinco horas después, con un empeoramiento del cuadro y alrededor de la medianoche fue ingresada en el servicio de obstreticia.

Durante este ingreso, le hicieron varias pruebas en el hospital de Zafra, incluyendo un análisis de sangre y ecografía abdominal, que detectó la muerte del feto y llevó a inducir el parto. Durante el ingreso, la joven empezó a vomitar, perder la conciencia e incluso ahogarse en sus propios vómitos, como recogía la denuncia.
El escrito, que publica el diario El Periódico, señala que el personal sanitario tardó hasta 15 minutos en personarse y que ya entonces comenzaron el protocolo de parada cardiorrespiratoria al comprobar que había perdido el pulso.
Pero por entonces ya era tarde. Después de cuatro visitas al hospital y un ingreso, la paciente terminó falleciendo 45 minutos después. La autopsia en el Instituto Anatómico Forense de Badajoz luego encontró que el fallecimiento se produjo por una peritonitis.
Bajo investigación
Los hechos ahora están siendo investigados por la justicia. El juzgado ya ha logrado la identificación de los empleados que atendieron a la víctima durante sus visitas al hospital, y ha reclamado el expediente clínico de la paciente.
La defensa de la familia de la fallecida considera que el caso representa un delito de homicidio por imprudencia grave, en lugar de una negligencia médica. Su letrado no cree posible que, con los medios actuales, sea imposible detectar una peritonitis que terminó primer con la muerte del feto y luego con la madre.
Además, se han reclamado las imágenes de las cámaras de seguridad del hospital, captadas en los pasillos del centro, para calcular el tiempo en el que la paciente se mantuvo esperando para ser atendida a pesar de la gravedad de sus síntomas.