La Administración de Donald Trump ha aprobado la retirada del apoyo a la alianza de vacunación Gavin. El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., ha alegado que la organización ha "ignorado la ciencia" y "perdido la confianza del público".
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Gavi es una asociación público-privada que incluye a la OMS, UNICEF, la Fundación Gates y el Banco Mundial. Esta estructura ha financiado la vacunación de más de 1.000 millones de niños mediante programas de inmunización rutinaria, y se calcula que ha salvado cerca de 18 millones de vidas.
Durante gran parte del tiempo, Estados Unidos fue uno de sus principales patrocinadores. Antes de la reelección de Donald Trump, bajo la Administración de Joe Biden, el país había prometido otorgar 1.000 millones de dólares hasta 2030.
Ahora, la actual Casa Blanca ha cambiado por completo su postura e instado a Gavi a "recuperar la confianza del público" y justificar los 8.000 millones de dólares que Estados Unidos ha proporcionado en financiamiento desde 2001", alegando que las autoridades deben "tener en cuenta la mejor ciencia disponible, incluso cuando esa ciencia contradiga paradigmas establecidos".
Antivacunas
El anuncio ha partido del secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., conocido por su afinidad a los movimientos antivacunas. En su discurso alegó que tanto él como Donald Trump estaban preocupados por la asociación que Gavi y la OMS establecieron durante la pandemia del coronavirus para trabajar con empresas en redes sociales "para silenciar opiniones disidentes, sofocar la libertad de expresión y las preguntas legítimas", cuando gran parte de la población tenía escepticismo con las vacunas.
Kennedy considera que Gavi realiza "recomendaciones cuestionables" como aconsejar a las mujeres embarazadas la vacunación contra el coronavirus y financiar el despliegue de una vacuna contra la difteria, el tétanos o la tos ferina en países pobres.
Al contrario que Estados Unidos, el gobierno británico ha anunciado que proporcionará a Gavi 1.250 millones de libras (1.700 millones de dólares) entre 2026 y 2030. Con este presupuesto se podrá proteger hasta 500 millones de niños en algunos de los países más pobres del mundo de enfermedades como la meningitis, el cólera o el sarampión.
