Un hombre ha sido detenido en Burgos por agresión sexual. Para ello, fue vital que la víctima realizara la señal internacional de socorro para víctimas de violencia machista, que identificó otra mujer. Se trata de doblar el dedo pulgar derecho sobre la palma de la mano extendida y luego cerrarla, formando un puño.
Es un gesto discreto pero que fue vital para que otra mujer detectara que la víctima necesitaba ayuda y avisara a la Policía Nacional, que ha detenido al acusado. Las asociaciones feministas recuerdan la importancia de conocer este signo, que puede ser vital para evitar un delito de violencia, tanto al realizarla como reconociéndola.

Los hechos ocurrieron a finales de junio, en plena celebración de las fiestas patronales de Burgos. Durante la noche, el presunto agresor se acercó a una mujer junto a cuatro amigos en una zona de ocio de la ciudad. La intimidó y asustó, insistiendo en acompañarla a la fuerza hacia su casa, una perseverancia que generó en ella "un estado de miedo y ansiedad", según la Policía.
Un gesto que derivó en una causa judicial
Al poco de recorrer el camino, cuatro de los hombres del grupo se alejaron y dejaron a la víctima sola con el individuo, que luego fue detenido. En ese momento, comenzó a realizar tocamientos en las zonas íntimas de la mujer, a pesar de que ella repitió que no quería nada.
Aprovechando que estaban cerca del hospital, él la acompañó y accedieron a la zona de Urgencias. En ese momento, ella aprovechó para hacer la señal internacional de socorro, que otra mujer identificó. En ese momento, avisó al equipo de seguridad y, luego, varios agentes acudieron para ayudar a la víctima y detener al hombre por presunto delito de agresión sexual. Después de pasar a disposición judicial, ha quedado en libertad a la espera de juicio.