El mundo se encuentra en uno de los momentos de mayor tensión internacional desde que terminó la II Guerra Mundial. Las guerras en Ucrania y Gaza se suman a los conflictos crecientes en Oriente Próximo, incluidas varias escaladas entre Israel e Irán, así como la acción de las milicias afines a Teherán en Yemen o Líbano.
En este contexto, Islandia vuelve a ser de nuevo el país más pacífico del mundo, según se ha establecido desde 2008 en el Índice de Paz Global, elaborado por el Instituto de Economía y Paz (IEP).
Este índice analiza el papel de 163 estados y territorios independientes atendiendo a varios parámetros, como la seguridad social, el conflicto interno o el grado de militarización en el que se encuentra el país.
Islandia lidera por tanto por delante de Irlanda, Nueva Zelanda, Austria y Suiza, que copan los primeros puestos en el estudio. Son, por tanto, los países más pacíficos en el mundo actual.
El puesto de España: así se considera en el ranking de países pacíficos
En el caso de España, nuestro país se sitúa en la 25ª posición, como en la edición anterior. Pero hay casos muy relevantes, como Bangladés, que ha bajado 33 puestos de golpe hasta el 123; o Azerbaiyán, que escala 17 hasta lograr el puesto 95.
Entre los países menos pacíficos, la lista queda cerrada por Rusia en el 163 y, por su parte, Ucrania se sitúa en el 152. Hay que destacar el caso de Moscú, que es la primera vez que cierra este ranking.
El estudio estableció tres áreas diferentes de análisis. Son seguridad y protección, conflictos en curso (a favor de su ausencia) y militarización. Islandia lideró en todos los aspectos, y tan solo empeoró en gasto militar. En este apartado, quedan en la cola países como Israel, Corea del Norte, Ucrania, Rusia o Estados Unidos.
En cuanto a España, no se hace tanta referencia a la situación actual, sino a la guerra civil como uno de los conflictos "más devastadores de la historia moderna de Europa". El informe recuerda que cerca del 3% de la población murió en el conflicto y que el 7% se vio herida o desplazada.
"Ejemplifica la interacción entre un amplio respaldo externo, fuerzas no estatales bien abastecidas y el acceso a armamento pesado. La intervención extranjera no solo amplió la escala de los combates, sino que también presagió la dinámica de escalada más amplia que pronto sumiría a Europa en la Segunda Guerra Mundial", zanja el informe.