Brutal 'simpa' el que se ha vivido en un bar de Chipiona (Cádiz). Los abusos en la hostelería pueden ser frecuentes en muchos establecimientos de hostelería, especialmente con la llegada del verano y una época de temporada alta en el turismo. Pero, en ocasiones, también ocurren hacia el otro lado.
Así lo recoge el conocido influencer Soy Camarero, que se encarga de documentar algunas situaciones de abuso en el sector de la hostelería. Los hechos ocurrieron en el bar Pide y Come, en Chipiona. Tres personas entraron, se pidieron tres cervezas, y luego se marcharon sin pagar nada.
Un 'simpa' de libro al que luego sumaron todavía más cara dura. Como no encontraban otro sitio en el que comer, decidieron volver cuando habían pasado tan solo quince minutos y después de dejar la cuenta pendiente, a comprobar si también les daban un almuerzo.
El cliente NO siempre tiene la razón. pic.twitter.com/vUSwXJUwBT
— Soy Camarero (@soycamarero) June 22, 2025
Lejos de reconocer todo lo ocurrido, los clientes encima dejaron una reseña en la que tan solo explicaban que "nos equivocamos al inicio", para luego continuar que "nunca habían vivido una experiencia tan denigrante y desagradable" porque "con mucho orgullo y prepotencia, nos han levantando de la mesa indicando que no nos atendían". Además, afirmaban que se sentían "ridiculizados" y "humillados" por haber sido vetados del local tras lo ocurrido.
"Aquí damos un servicio, no somos siervos"
Después de comprobar la reseña que los clientes le habían dejado en el local, el dueño del bar no tuvo problema en contestar: "Volvisteis a los 15 minutos con la cara dura de sentaros en una mesa esperando que os atendiera, porque por la hora que era os habían dicho en el bar de al lado que ya no os daban mesa".

Una situación que considera indignante, y por la que sentencia: "Como ya te dije para todo en esta vida hay una primera vez, y me alegro de que haya sido yo quien haya parado los pies a personas que tratan así a los hosteleros, porque el trato que recibí anoche no se lo deseo a ningún compañero de profesión".
Ante todo lo ocurrido, el dueño del bar concluye que "el cliente no siempre tiene la razón" y aprovecha para recordar: "Aquí damos un servicio, no somos siervos, y quienes entran tratándonos así, no nos dejan opción". Por ello, se ha mantenido en su posición: "A clientes que actúan como vosotros, se les invita a que abandonen el local".