Los incendios que están asolando gran parte de España están también polarizando la escena política. Los barones del PP intentan descargar toda la responsabilidad sobre el Gobierno de España, de Pedro Sánchez (PSOE), pero algunos datos ponen la situación sobre su contexto real.
Uno de los casos más sorprendentes se encuentra en Castilla y León. Su presidente, Alfonso Fernández Mañueco (PP) ha reclamado durante las últimas semanas que el Gobierno central de Pedro Sánchez le envíe más medios contra incendios, cuando en realidad tenía medios sin usar en plena crisis de incendios.
Entre el material del que dispuso la Junta de Castilla y León, se encontraban camas, asentamiento y avituallamiento para 180 personas, que cedió el Ejército y ni siquiera se llegó a utilizar, según publica el diario El País. Además se prepararon cinco puestos de mando pero solo solicitaron dos y uno de ellos, ya montado, tuvo que ser trasladado a otro punto.
Disputa con el Gobierno
Este escenario se produce cuando las autonomías del PP han iniciado un frente común contra el Gobierno central para culpar a la Administración de Pedro Sánchez de las consecuencias de los incendios. Incluyendo Castilla y León, que primero alegó que el dispositivo ya era "suficiente" y, cuando empezaron las críticas, cambió el discurso para reclamar más medios a Pedro Sánchez, a pesar de que los estaba infrautilizando.

Así ocurrió por ejemplo el lunes 18 de agosto, cuando ardía gran parte de Castilla y León. El Gobierno de Mañueco tan solo pidió dos, aunque tenía a su disposición cinco e incluso se planteó la conveniencia de hacerlo en el Cecopi (Centro de coordinación). Por la noche se montó uno y en pleno proceso se cambió otro, retrasando la ayuda y reduciendo su efectividad por esfuerzos innecesarios.
Dicho puesto fue destinado a Fasgar, en León, donde hay uno de los focos más potentes y que no ha tenido un recurso a tiempo. La peor situación se produjo en las bases logísticas de Bembibre y Cisterna, también en León, donde se preparó a instancias de la Junta una dotación para atender a 180 personas, pero que no llegó a atender a nadie a pesar de que tenía hasta la comida preparada.
El Ayuntamiento había cedido un polideportivo para la atención a todos los afectados, pero ahora el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, se ha visto obligado a pedir disculpas por la descoordinación, que ha llevado a una respuesta precaria en plena crisis.