El Ejército israelí ha iniciado una operación para interceptar a la Global Sumud Flotilla, formada por más de 40 embarcaciones que se aproximaban a la Franja de Gaza para ofrecer ayuda humanitaria y exponer la realidad de un genocidio que deja más de 65.000 muertos y desplazamientos forzados.
Los barcos que componen la flotilla ya se han adentrado en el área de exclusión marítima que Israel ha impuesto a la Franja de Gaza (a unos 240 kilómetros de la costa). Esta ha sido la excusa para que los militares del Ejército del país hebreo hayan irrumpido y capturado a parte de los miembros de la flotilla, a pesar de que la legislación internacional no ampara este movimiento porque ni siquiera son aguas territoriales de Israel.
Los efectivos de Israel ya habían enviado algunos mensajes en las proximidades de la flotilla, a la que habían exigido un cambio de rumbo y alejarse del territorio gazatí: "Se acercan a una zona de bloqueo. Si desean entregar ayuda a Gaza, pueden hacerlo a través de los canales establecidos", les advirtieron, como se pudo escuchar en el directo.

Este aviso se produce cuando Israel está señalado por la ONU por emplear el hambre como arma de guerra en la Franja de Gaza. Un territorio que está experimentando un auténtico problema humanitario y donde solo se permite la intervención de la Fundación Humanitaria de Gaza, aliada del estado hebreo, que organiza asesinatos sumarios en los puntos de recogida de alimentos, calificados de "trampas mortales" por Médicos Sin Fronteras.
El futuro de los integrantes de la flotilla a Gaza: qué puede hacer Israel tras interceptar sus barcos
Las embarcaciones que forman la Flotilla de la Libertad cuentan con alrededor de 500 personas a bordo. Son miembros de multitud de nacionalidades, y viajan algunas personas de gran trascendencia pública como la ex alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; o la activista sueca Greta Thunberg.
Por el momento, se han interceptado algunas embarcaciones, pero no todas. Algunos de los barcos continúan su rumbo, pero no otros como Sirius, en el que viajaba Ada Colau o el ex diputado de la Asamblea de Madrid, Serigne Mbaye. También se ha mostrado un vídeo en el que aparece retenida la activista Greta Thunberg. La flotilla ha comunicado que todavía permanecen cuatro barcos en dirección a Gaza, mientras que el resto de las embarcaciones ya han sido interceptadas por Israel.
Already several vessels of the Hamas-Sumud flotilla have been safely stopped and their passengers are being transferred to an Israeli port.
— Israel Foreign Ministry (@IsraelMFA) October 1, 2025
Greta and her friends are safe and healthy. pic.twitter.com/PA1ezier9s
La televisión pública israelí ha confirmado que los planes del Ejército de Israel son hacerse con el control de las embarcaciones y transportarlas forzosamente hasta el puerto de la ciudad israelí de Asdod. Allí, se prevé que los integrantes sean detenidos e interrogados, como pasos previos a la deportación.
Todo dependerá del procedimiento a seguir. Si se opta por una simple entrada ilegal en territorio de Israel, se podría optar por una expulsión rápida en 72 horas y la prohibición de acceder al país en un período determinado. La situación se podría complicar si la justicia israelí mantiene que la flotilla es un plan de Hamás contra los intereses del país, por lo que podrían ser acusados de terrorismo, con un juicio y detenciones que se podrían extender en el tiempo.
En todo caso, Israel ya ha optado por la primera alternativa en el pasado. En junio, también se interceptó otra flotilla a Gaza, que fue bloqueada. Se trataba del Madleen, que fue interceptado a unos 185 kilómetros de la Franja, también con Greta Thunberg. Sus miembros fueron deportados y enviados de vuelta a su país, tras admitir que entraron ilegalmente en Israel. Los que se negaron a aceptarlo, fueron nuevamente trasladados a un centro de detención, donde tenían posibilidad de presentar un recurso.
En el contexto actual, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha comunicado la intervención de los consulados en Oriente Próximo y Chipre para asegurar la protección de los ciudadanos españoles vinculados a la flotilla.
Estos hechos ocurren en un momento de máxima presión internacional, después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, haya firmado un acuerdo de paz con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En el pacto se compromete a rechazar la anexión de Palestina y a permitir el regreso de los exiliados. En el encuentro, Trump también forzó a Netanyahu a disculparse con Catar por haber bombardeado su territorio para matar a los miembros de la cúpula de Hamás.