BBVA no ha conseguido su objetivo y ha fracaso en su opa sobre el Banco Sabadell, que no ha llegado ni al 26% del capital de la entidad. El resultado ha hecho que se ponga fin al intento de hacerse con el mando de la entidad catalana tras casi año y medio de proceso, según ha informado el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
¿Qué es una opa?
Según explica el banco, "Una opa u oferta pública de adquisición es una operación por la que un inversor o grupo de inversores ofrecen públicamente y a todos los accionistas de una compañía cotizada la compra de sus acciones, o de otros valores que permitan adquirirlas, a un precio determinado".
Se habla además de opa hostil cuando la oferta se lanza sin el visto bueno o con el informe desfavorable del consejo de la parte que va a ser comprada. En este caso, aunque el proceso comenzó con conversaciones amistosas, el Sabadell ha rechazado públicamente todas las ofertas del BBVA hasta el final.
¿Cuál ha sido el resultado?
Con el término aclarado, el BBVA ha obtenido un 25,47 % del capital del Banco Sabadell, lo que se aleja del objetivo: llegar al menos al 50% para poder controlarlo. Si hubiera llegado al porcentaje, el dueño de BBVA también lo sería de la entidad vasca.
Así, la oferta del BBVA de entregar una acción del banco por 4,8376 acciones del Sabadell prácticamente no ha convencido. El resultado estaba previsto para ser anunciado el viernes 17 de octubre, pero ante el definitivo porcentaje la noticia se comunicó un día antes.
El resultado que ha obtenido la entidad es tan malo porque no contaba con el respaldo necesario de los clientes accionistas de Sabadell. De todos modos, estaba previsto que consiguiera entre el 30% y el 50% o eso pensaba el BBVA y los analistas más optimistas.
Si BBVA hubiera conseguido algo más del 30% se hubiera animado a lanzar una segunda opa para hacerse con el porcentaje restante para el control. Pero como el plan ha fracasado y el resultado ha sido tan malo, BBVA pone fin a este proyecto.
Declaraciones
Carlos Torres, presidente de BBVA, descarta su dimisión e intenta olvidar el fracaso ante la oferta al banco Sabadell: "Ha sido un proceso largo y en algunos momentos difíciles, pero aceptamos el resultado y miramos hacia delante. Tiene poco sentido pensar qué podría haber pasado".
La Cámara Oficial de Comercio de Sabadell asegura que "una mayor concentración bancaria no es positiva para el tejido económico y empresarial del país, ya que las empresas necesitan un mercado financiero diverso, competitivo y fuerte".
Además, aclaran que el Banc Sabadell "conserva su independencia y su arraigo con la ciudad, manteniendo una de las empresas más emblemáticas de Sabadell y de Cataluña, comprometida con el territorio y su desarrollo económico".
¿Qué sucederá a partir de ahora?
Ahora, los efectos que sufrirán a corto y largo plazo son los siguientes. A corto plazo, Sabadell podría tener una caída de sus acciones que se estima que será del 3 % al 6 %, pero su capacidad de resistencia e independencia hace que se refuerce institucionalmente, ganando confianza su inversores que premian la gestión autónoma.
El banco BBVA, a corto plazo, puede resultar beneficiado al ahorrarse este tipo de operaciones que son costosas y de riesgo. Sin embargo, a medio plazo, la cúpula directiva puede perder credibilidad si no se hacen con un proyecto alternativo de claro crecimiento. BBVA había apostado gran parte de su narrativa de crecimiento en esta adquisición por lo que se considera un "golpe reputacional".
La noticia puede desembocar en poner de manifiesto ciertos límites políticos y sociales a fusiones bancarias en España. Para Sabadell, este desenlace significa una victoria simbólica y operativa porque reafirma su rol como entidad independiente con potencial propio.