Madrid, 16 de octubre. El controvertido abogado Emilio Rodríguez Menéndez ha fallecido a los 75 años en el Hospital Central de la Cruz Roja, San José y Santa Adela de Madrid, el mismo día de su cumpleaños. Llevaba varias semanas ingresado debido a graves problemas de salud.
La vida de Rodríguez Menéndez fue un torbellino de escándalos, estafas, montajes mediáticos e incluso intentos de asesinato, labrándole la reputación de ser el abogado más polémico de la historia reciente de España.
Un historial de engaños y delitos
Según un reportaje de la revista 'Interviú', la carrera de engaños de Rodríguez Menéndez se remonta a mediados de los años setenta.
Sus inicios internacionales ya fueron turbulentos: un informe de Interpol de agosto de 1978 indica que en Bolivia "se hizo pasar por representante legal de España ante la ONU y fue detenido después de firmar cheques falsos del Banco Comercial Mexicano, por un total de alrededor de un millón de dólares".
Su paso por Chile no fue menos problemático:
- Ingresó en prisión acusado de bigamia tras casarse con Patricia de Lourdes Bonet Cornejo sin haberse divorciado de su primera esposa, María del Pilar Marqueta y Lafita.
- También fue acusado de estafa y ejercicio ilegal de profesión, ya que se había hecho pasar por abogado, psicólogo y profesor sin la debida titulación.
Ascenso a la fama y el mundo del corazón
A su regreso a España en los años 80, saltó a la fama mediática. Defendió a clientes de gran notoriedad como Dulce Neus, la madre que persuadió a sus hijos para que asesinaran a su padre, y al famoso Dionisio Rodríguez "Dioni", condenado por robar 298 millones de pesetas de un furgón blindado.
Más tarde, se introdujo de lleno en la prensa rosa. Defendió a Antonio David Flores en los inicios de su polémica con Rocío Carrasco y se convirtió en una figura habitual, aunque no siempre veraz, del panorama del corazón. Se le atribuyen montajes de relaciones inventadas con personalidades como la colaboradora Mila Ximénez o Sonia Moldes (exnovia de Alessandro Lecquio).
Un conocido que coincidió con él en esa época lo describió al diario 'El Mundo' como un "mentiroso compulsivo, un fabulador y un vendedor de humo" que "tenía comprada a mucha gente" y que usaba su constante presencia televisiva para llenar su despacho de clientes, principalmente "narcotraficantes y mafiosos".
Sobreviviendo a los ataques
La peligrosidad de su vida profesional se reflejó en dos graves ataques contra su persona:
- En el verano de 1995, el hermano de su tercera mujer le atacó con un cuchillo por una deuda de 800.000 pesetas relacionada con un prostíbulo.
- En 1999, estuvo al borde de la muerte tras ser disparado en el tórax por un desconocido mientras iba de copiloto hacia su chalé en Las Rozas. Las sospechas recayeron en su esposa de entonces, Laura, quien terminó en prisión por encargar el asesinato a un sicario.
De la prensa a la política: la gran farsa
Su ambición lo llevó al periodismo y la política. En 1996, adquirió el diario 'Ya', donde orquestó una de sus mayores farsas: una supuesta entrevista a Antonio Anglés, el prófugo asesino de las niñas de Alcàsser. Poco después se reveló que todo era una mentira, pues el entrevistado era en realidad un argentino.
En el ámbito político, fundó el Partido Socialista de la Justicia (PSJ) y se presentó como candidato a la alcaldía de Marbella. Sin embargo, su carrera política fue breve: huyó a Buenos Aires para eludir una condena de dos años de prisión por la difusión de un vídeo de contenido sexual que implicaba al director de 'El Mundo', Pedro J. Ramírez.
En 2005, fue brevemente detenido en un restaurante de Buenos Aires, ya que fue puesto en libertad 24 horas después.
Fugas y reincidencia
Su huida terminó en 2006 cuando regresó a España para ver a su madre enferma, momento en el que fue detenido e ingresó en la prisión de Topas para cumplir la pena por el caso Pedro J. Ramírez. Apenas dos años después, en un permiso penitenciario, aprovechó para fugarse de nuevo y reinstalarse en Argentina.
Rodríguez Menéndez volvió a los titulares en 2023, ya en la etapa final de su vida, cuando fue condenado a cuatro años de cárcel por estafa grave e intrusismo profesional. La Audiencia Provincial de Madrid le impuso la pena por "hacerse pasar por abogado en ejercicio" a finales de 2014, un periodo en el que ya estaba suspendido por el Colegio de Abogados de Madrid.
Su vida, marcada por las huidas, las grandes mentiras y un historial judicial digno de una trama de thriller criminal, se cierra dejando tras de sí uno de los expedientes personales más singulares y controvertidos de la abogacía española.