Cada vez más personas recurren a las bolsas de ensaladas ya preparadas, que se venden en todos los supermercados. Se trata de una opción de comida saludable que permite solucionar una comida cuando no tenemos demasiado tiempo (o ganas) de cocinar.
Sin embargo, hay que tener cuidado cuando recurrimos a este tipo de producto. Un grupo de investigadores europeos han alertado de la presencia del parásito Toxoplasma gondii en ensaladas listas para comer. Como recogen en su estudio, publicado en Eurosurveillance, suponen un potencial riesgo para la salud.
Los investigadores encontraron posibles 'ooquistes' del parásito en algunas muestras de ensaladas envasadas. A pesar de que señalan que se trata de niveles bajos, los investigadores han mostrado su preocupación por la falta de vigilancia sobre parásitos en productos frescos y que los métodos para su detección sean poco consistentes.

"Mediante un método molecular, detectamos T. gondii en el 4,1 % de 3293 muestras de ensaladas listas para consumir de 10 países europeos. El muestreo en invierno, así como el muestreo y envasado de ensaladas en el norte de Europa y en Europa occidental, se asociaron con la detección de T. gondii en muestras de ensalada", señala el escrito.
Reclaman medidas adicionales
Por este motivo, los expertos han reclamado crear métodos de detección más fiables y evaluar mejor los reisgos ante el aumento del consumo de este tipo de productos en Europa. "Es necesario adoptar medidas para prevenir y controlar la contaminación de las ensaladas", recogen en su trabajo, en el que proponen medidas como un lavado "más exhaustivo" de las ensaladas.
Cabe recordar que el parásito Toxoplasma gondii puede generar enfermedades graves en humanos. "Las personas pueden contraerlo al consumir carne infectada cruda o poco cocida, o frutas o verduras sin lavar contaminadas con el parásito", recalca el informe. Las hortalizas listas para comer en Europa pueden estar contaminadas con el parásito, que supone un riesgo para los consumidores.
Con este estudio, se podrían crear nuevas directrices para detectar Toxoplasma gondii en alimentos, como recomienda la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Entre sus recomendaciones, piden evaluar la cantidad y viabilidad de los ooquistes, mejorar las buenas prácticas de fabricación o establecer puntos de muestreo. Además, subrayan la importancia de informar a grupos vulnerables, como embarazadas o personas inmunodeprimidas.