Adiós Alcampo. La cadena de supermercados, hipermercados y centros comerciales está ejecutando un plan de reconversión de su modelo de negocio en España para adaptarse a las nuevas tendencias del mercado, que incluye un cierre de tiendas y recortes en sus establecimientos.
La firma se enfrenta al cierre de más de una veintena de supermercados y un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de 710 trabajadores. Además, quiere reducir la superficie de algunos centros comerciales como Alcampo Parque Oeste (Alcorcón), Alcampo La Vega (Alcobendas) o Alcampo Gran Plaza 2 (Majadahonda), para centrarse en la venta de alimentación y reducir secciones como el bazar, que se han visto afectadas por el auge de la venta online y la consolidación de competidores como Amazon, Shein o Zalando.
De este modo, la enseña francesa sigue la política de los centros comerciales El Corte Inglés, Carrefour o Eroski, que apuestan por reducir sus superficies, concentrar la oferta y apostar con mayor fuerza por el supermercado antes que el hipermercado. Los clientes ahora buscan más la proximidad y visitan con mayor frecuencia los establecimientos en lugar de una sola compra semanal, siguiendo de este modo el modelo de otras enseñas como Mercadona.
Giro en Alcampo: su nuevo modelo de supermercados, hipermercados y centros comerciales
En el marco de esta operación, el Grupo Alcampo ha planteado a los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO), UGT y Fetico un giro en sus establecimientos que permitiría reducir el número de tiendas abocadas al cierre en España y salvar empleos.

Se trata de reconvertir sus supermercados al modelo 7-7. Si finalmente se llevase a cabo, los establecimientos incluidos en el plan de cierres empezarían a abrir los siete días de la semana durante las 24 horas del día. De este modo, Alcampo podría operar con menor competencia, puesto que en estos momentos tan solo Carrefour apuesta por este modelo de supermercado.
Por el momento, ambas partes han sido receptivas a abordar una reducción en el número de despidos y a la salida voluntaria de los empleados, que solo se limitarían a aquellas tiendas que se van a cerrar dentro de esta operación.
Los sindicatos quieren que la empresa sea más concreta con sus objetivos y que se fije un número exacto de ceses, que consideran "excesivos". Además, reclaman el compromiso de Alcampo de no ejecutar otro ERE posterior en los siguientes 12 meses como "garantía de empleo".
La empresa argumenta que las tiendas incluidas en este plan de cierres y despidos están sobredimensionadas en plantilla. Sin embargo, el giro de los establecimientos al modelo 7-7 permitiría solucionar este aspecto, recolocando empleados en lugar de despedir, y apostando por una estrategia que podría aumentar la cuota de venta de Alcampo.
Durante las negociaciones, ambas partes también han logrado una buena sintonía en las cuantías de las indemnizaciones por despido. Fetico, CCOO, y UGT plantean establecerlas en 36 días por año trabajado con un límite de 24 mensualidades (en un primer momento se contemplaban 38 días).
Además, se planea excluir del ERE a aquellos empleados que tengan una discapacidad del 33% o superior, que padezcan enfermedades graves, que sean víctimas de violencia doméstica o terrorismo, así como aquellos matrimonios o parejas de hecho en las que ambos miembros se vean afectados.