Conmoción en Rusia por la oleada de muertes en el seno del Ministerio de Transportes. El subdirector del departamento del fondo de terrenos del ministerio, Andréi Korneichuk, ha muerto súbitamente en su puesto de trabajo durante la tarde de este lunes 7 de julio.
Los medios oficialistas del régimen de Moscú argumentan que sufrió un paro cardíaco cuando conoció la muerte del ex ministro de Transporte, Román Starovoit, encontrado ese mismo día con un tiro en el pecho en una carretera a las afueras de Moscú.
El canal de Telegram 112 ha explicado que el funcionario, de 42 años, se sintió repentinamente mal "del corazón" y que, en plena reunión, se levantó de su mesa de trabajo y desplomó "como segado por una guadaña". "Al llegar los médicos, tan solo pudieron constatar la muerte del funcionario", ha aclarado.
El oficialismo ruso ha cerrado la muerte como un infarto, que se habría producido después de tener conocimiento de la muerte de su antiguo jefe. Las autoridades del país habían encontrado esa misma jornada su cuerpo y su fallecimiento se atribuyó a una muerte por suicidio.
Algunos medios del régimen señalan que el ex ministro Roman Starovoit podría haberse suicidado durante la noche del 5 a 6 de julio empleando una pistola Makárov honorífica. Las autoridades se la habían entregado en 2023 como reconocimiento por su servicio.

Sin embargo, los medios disidentes señalaron que el ex ministro había celebrado durante esa misma mañana una reunión con sus subordinados, que se despidió con normalidad y se marchó a su casa. Posteriormente, alguien encontró su cuerpo sin vida junto a su vivienda.
La economía rusa se resiente mientras que se investiga un posible caso de corrupción en el Ministerio de Transportes
Roman Starovoit se habría enfrentado a problemas judiciales poco antes de su muerte. Su destitución no fue atribuida a la "pérdida de confianza", como se suele indicar en los comunicados cuando hay un problema de estas características. Sin embargo, se encontraba bajo la sombra de la sospecha.
Starovoit llegó al Ministerio de Transportes desde la región de Kursk. Su sucesor, Alexéi Smirnov, fue detenido en abril por un delito de corrupción y estafa en la construcción de las líneas defensivas de la frontera con Ucrania. Los gobernantes habrían malversado dinero en un punto estratégico y las estructuras tendrían por este motivo una calidad cuestionable. Este fue el territorio que invadieron las fuerzas ucranianas sin prácticamente encontrar resistencia.
La disidencia rusa ha señalado que Starovoit podría enfrentarse a una condena de hasta 20 años de prisión por fraude y malversación de fondos en esta causa, después de que su sucesor, entre otros responsables, hubieran declarado en su contra.
Estos hechos ocurren en un momento crítico para Rusia. La economía del país se resiente por la guerra y podría entrar en recesión, como reconoció el ministro del ramo, Maxim Reshetnikov, en el último Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
Durante las últimas semanas se han visto muertes inesperadas de importantes oligarcas, como el vicepresidente de la empresa estatal petrolera Transneft, Andréi Badalov. También cuestiones controvertidas, como impedir la salida del director general de Yuzhuralzoloto, el tercer mayor productor de oro de Rusia, Konstantin Strukov, e intervenir todas sus posesiones. Rusia necesita ahora fondos para sufragar su guerra y esta cuestión, junto a una recesión económica, podrían golpear seriamente sus aspiraciones en Ucrania.