En los castigos de los padres a los hijos no debería usarse nunca y bajo ningún concepto la violencia. Sin embargo, en China, un padre la ha empleado en todos los niveles. En el pueblo de Ya Long, ubicado en el condado de Da Hua Yao, provincia de Guangxi, un hombre de 38 años, de apellido Wei, le ha dado una brutal paliza a su hija de 10.
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En un primer momento, el individuo golpeó a su hija con una vara de madera, de tal manera que los gritos de la pequeña de 10 años se escucharon por todos lados, alterando al vecindario. Cuanto más gritaba ella, más la pegaba. Luego ató a la menor a la parte trasera de su moto, se subió y aceleró. La arrastró varios metros sobre un suelo repleto de piedras.
En lugar de intervenir y salir a socorrer a la pequeña, los vecinos prefirieron filmar lo que estaba pasando, para más tarde presentar el video a la policía.
Un castigo por no querer ir al colegio
Tras recibir la denuncia, una patrulla de oficiales salió a buscarlos y los encontró 20 minutos más tarde en un mercado local. La menor tenía hematomas y cortes en todo el cuerpo, sobre todo en las piernas y en la espalda, y por consiguiente fue llevada de inmediato al hospital donde continúa en observación para aplicarle varios estudios.
Wei fue arrestado y pretendió defenderse del delito que se le imputaba alegando que su hija no quería ir a la escuela, por ello decidió darle esa lección. El padre será juzgado por maltrato infantil.
