Cuando se producen situaciones de emergencia, como cortes prolongados de luz o queremos optimizar la eficiencia del gato energético, tenemos como reto descongelar alimentos pero garantizando que se mantiene la seguridad ne todo momento.
Hay que conocer todos los detalles sobre el proceso para evitar en todo momento una contaminación alimentaria, que puede proliferar especialmente en la época en la que nos encontramos con temperaturas muy altas que son perfectas para los microorganismos.
El truco para descongelar alimentos
Uno de los métodos más habituales es descongelar en frío controlado, por lo que se traslada el producto a la nevera durante períodos de 12 o 24 horas antes de cocinar, para garantizar que nunca se superan los 5ºC, que favorecen la proliferación bacteriana. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria advierte que descongelar directamente en ambiente o microambientes, excepto en frío seguro, aumenta el riesgo de toxiinfecciones.

Cuando se emplea el microondas, sobre todo es buena idea si se opta por cocinar el alimento de forma inmediata, aplicando el calor intermitente para evitar que solo se caliente el exterior. Es un método seguro siempre que se respete la secuencia "descongelar y cocinar de inmediato", sin exponer al alimento a la zona de peligro de 5-60ºC.
Otra alternativa es la inmersión en agua fría corriente o que sea renovada constantemente. AECOSAN permite recurrir a este método, pero se debe realizar cuando se renueve el agua y el alimento se cocine inmediatamente. Dicho agua debe permanecer fría y solo en porciones pequeñas, ya que el calor demora más en penetrar en un bloque grande.
Si no contamos con electricidad, como en un gran apagón, hay que tener en cuenta que el frigorífico pierde frío rápidamente si se abre; sin embargo, puede mantener la temperatura < 5 °C durante unas cuatro horas si no se manipula. En el congelador, la situación es más permisiva: un aparato lleno mantiene los alimentos congelados hasta 48 horas sin abrir, o hasta 24 horas si está medio vacío.
Para maximizar el colchón térmico, se aconseja agrupar los paquetes congelados, evitar abrir las puertas y, si hay disponibilidad, colocar hielo seco o bloques de hielo o, incluso, envolver el congelador con mantas térmicas, dejando espacio al ventilador. Si tienes una nevera portátil o conservadora con hielo, también puede ser una estrategia de emergencia fiable.
Por último, hay que tener en cuenta el surgimiento de tecnologías pasivas para optimizar el descongelado sin electricidad. Una bandeja metálica de alta conductividad térmica acelera la transferencia del calor ambiente al alimento, permitiendo descongelar hasta cuatro veces más rápido que el microondas y sin comprometer textura o sabor. Son reutlizables, fáciles de limpiar y respetan la seguridad alimentaria.