"Tenemos que hablar", "Necesito un tiempo" o el más folclórico, musical y evidente "Fuera de mí, ya no quiero tu querer", como diría el gran José el francés. Formas de contar una relación hay tantas como se precie.
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Sin embargo, ¿qué pasa con esa gente que no quiere hacer daño a la otra persona? ¿Qué pasa con esa gente que empatiza con la persona a la que quiere mandar, hablando claramente, a 'donde Cristo perdió la chancla'?

Seamos francos: cortar una relación, sobre todo cuando llevamos largo tiempo con ella y la confianza, el cariño y el respeto mutuo son pieza clave; puede ser muy complicado. Entre tanta duda existencial, drama del primer mundo y necesidad de respuestas... ¿Qué nos queda? Pues consultar al oráculo de la ciencia:
La respuesta a todo este entuerto llega gracias a un estudio presentado recientemente en el Congreso ProComm, en el que han llegado a la conclusión de que, en un momento tan crítico como romper una relación, lo mejor es dejarse de rodeos y ser francos, ya que será la forma más efectiva de comunicar una noticia tan dura.
Sin embargo, tenemos que tener cuidado a la hora de comunicarnos. Por ello, conviene comenzar con una frase o expresión que anticipe que vamos a dar una mala noticia. Un "tenemos que hablar", lejos de originalidades, es un buen punto de partida.
 
		Por otro lado, el receptor agradecerá la franqueza y la sinceridad, ya que le permitirá comenzar y sobrepasar mejor el duelo, de una forma más efectiva. Sin embargo, para la persona que debe comunicar esta decisión, se intentará edulcorarla con el fin de sentir menor presión y responsabilidad ante el dolor ajeno. Únicamente deberemos deberemos de hacerlo cuando queramos persuadir a la otra persona para que cambie una opinión firmemente sostenida. En ninguna otra ocasión.
Los datos llegan como conclusión de un estudio en el que han participado un grupo de voluntarios y en el que debían de elegir la forma en la que preferirían recibir las malas noticias, ya fuese en formato visual, textual o verbal.
El análisis parte del profesor de lingüística Alan Manning, de la Universidad de Brigham y Nicole Amare, de la Universidad de Alabama del Sur (Estados Unidos) y es extrapolable a cualquier tipo de noticia negativa que queramos transmitir a un ser querido.

 
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		