El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha fallado este jueves, 5 de junio, a favor de una mujer de 60 años, Marlean Ames, que denunciaba discriminación en el entorno laboral frente a otros dos empleados abiertamente homosexuales.
-
-
-
-
-
-
-
La sentencia crea un precedente en la justicia del país norteamericano, puesto que facilita ahora demandas por discriminación de personas de los denominados grupos mayoritarios, incluyendo personas heterosexuales o blancos, en la descrita como 'discriminación inversa'.
Los magistrados han anulado por unanimidad la normativa aplicada en casi la mitad de circuitos federales, que exigía que las personas blancas, hombres o heterosexuales cumplieran con un estándar más alto en comparación con aquellos individuos que tradicionalmente habían enfrentado cualquier tipo de discriminación.
La sentencia, que ha redactado el político Kentanji Brown-Jackson, prohibe cualquier tipo de discriminación contra cualquier persona, sin distinciones. "Al establecer las mismas protecciones para todos los 'individuos', sin tener en cuenta su pertenencia a un grupo minoritario o mayoritario, el Congreso no dejó margen para que los tribunales impusieran requisitos especiales solo a los demandantes pertenecientes al grupo mayoritario".
"Llegamos a la conclusión de que el Título VII no impone una norma tan estricta a los demandantes de grupos mayoritarios. Por lo tanto, se anula la sentencia y se devuelve el caso para que se aplique la norma prima facie adecuada", añade el escrito de la sentencia, que redacta un magistrado considerado del ala progresista.
Demanda por discriminación
La denunciante, Marlean Ames, se querelló contra el Departamento de Servicios a la Juventud de Ohio en 2020. Por entonces, aseguraba que había perdido su trabajo, después de más de 20 años, a favor de un hombre homosexual y que se le negaba el ascenso por dárselo a una mujer lesbiana. Ambos empleados eran menos cualificados que ella, pero ella argumentaba trato de favor asegurando que el supervisor también era homosexual.
A pesar de que otros tribunales inferiores habían desestimado su demanda alegando que no había probado las circunstancias de fondo en su querella, finalmente ha recibido el veredicto favorable en el Supremo, precisamente cuando las políticas de Donald Trump contra la igualdad están en pleno auge.
