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Estas son las propiedades de la espuma de cerveza: todos sus beneficios para la salud

La espuma de la cerveza determina gran parte del producto que estamos disfrutando y no se reduce solo a un elemento estético.

Estas son las propiedades de la espuma de cerveza: todos sus beneficios para la salud

Cuando tomamos una cerveza y pensamos en una que esté realmente bien servida, una de las imágenes que rápidamente nos viene a la cabeza es su espuma blanca y cremosa. Si, además, deja restos de surcos rectos por cada sorbo que damos, entonces estamos ante una caña realmente bien tirada.

Porque en muchas ocasiones se puede pensar que la espuma es un simple adorno que sumar a la bebida, pero nada más lejos de la realidad. Su presencia tiene mayor relevancia que lo meramente estético. A pesar de que la espuma no aporta beneficios nutricionales específicos, tiene determinadas funciones y cualidades a tener en cuenta.

La realidad es que la espuma puede determinar la experiencia de disfrutar de una cerveza y, por ello, es clave cómo se tira. Aunque estemos ante un producto de la máxima calidad, hay que tener en cuenta que si presenta malas características se puede echar a perder una cerveza al completo.

Por qué es tan importante la espuma de la cerveza: qué cualidades tiene

La espuma de una cerveza actúa como una capa protectora que preserva la esencia y cualidades de la bebida. Una de sus principales funciones es evitar el contacto del líquido con el oxígeno de la atmósfera, algo que previene la oxidación y pérdida de compuestos aromáticos. Con esta tapa natural, el sabor y aroma se mantienen intactos durante mayor tiempo.

La espuma de la cerveza no se reduce a un elemento decorativo
La espuma de la cerveza no se reduce a un elemento decorativo Pexels

Además, otro beneficio fundamental es que la espuma ayuda a conservar la carbonatación de la bebida. Como crea una barrera, impide que el dióxido de carbono se libere inmediatamente, manteniendo de este modo la frescura y gas característicos de la cerveza. De este modo, no solo se mejora la sensación en boca, sino que también se garantiza que la bebida conserva su vitalidad hasta el último sorbo.

Por otro lado, se potencia la experiencia. Las burbujas liberan gradualmente los aromas de la cerveza, lo que permite percibir notas más complejas y un perfil más completo. La textura cremosa que se froma en el primer contacto con los labios también supone un añadido a la experiencia.

Y no hay que olvidar, como hemos comentado, que la espuma es un elemento que indica calidad. Podemos apreciarlo en una caña, su consistencia y si deja rastro a cada sorbo dentro del vaso. Pero también, su aspecto determinará una cerveza elaborada con maltas y lúpulos adecuados, un cuidado proceso de fermentación que generará una espuma consistente y persistente.

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