A pesar de que el dinero ha formado parte de la humanidad desde que el trueque se dejo atrás, la digitalización y la aparición de las tarjetas bancarias conduce a una desaparición del metálico. Este decadencia del dinero efectivo tiene que ver, sobre todo, con que las nuevas generaciones ya apenas pagan así.
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No obstante, pese a esta caída, hay quien todavía prefiere el dinero metálico por ser tangible y existir más allá de un dispositivo digital o una tarjeta. Tanto es así que hay algunos billetes que, aunque hoy ya no tienen utilidad, cuentan con un gran valor.
El precio de la historia
Es lo que sucede con el billete de mil pesetas. Este entró en circulación en julio de 1892. Dado que quedan muy pocos, su valor se ha multiplicado y puede llegar a alcanzar un valor de 30.000 euros en una subasta, según argumentan los expertos. Esto lo convierte en uno de los billetes más valorados de la Historia del país.
Lo mismo ocurre con el billete de mil pesetas 1895. Este presenta una curiosidad y es que, pese distribuirse dicho año, realmente era un billete del siguiente, es decir, de 1896. Esto, unido al busto de Goya que aparece en él, otorgan al billete un valor excepcional aunque menor que el anterior: su cifra ronda entre los 15.000 y los 20.000 euros en una subasta.
No obstante, estos casos no son los más elevados. Ha habido monedas españolas cuyo valor ha alcanzado el millón de euros.