Las personas con daltonismo no tienen restricciones para la conducción en España. Esta afección lleva a quienes la padecen a interpretar de manera diferente los colores, algo que le ocurre a alrededor de 2 millones de personas en España.
Cuando alguien padece daltonismo, no puede ver los colores de manera natural. Esta afección sucede cuando existe un problema con los pigmentos de algunas células nerviosas del ojo. El daltonismo más común es el que no permite diferenciar entre rojo y verde, pero también puede existir la dificultad de apreciar el amarillo o el azul.
A pesar de que no representa una condición incapacitante, puede limitar en algunos casos a quienes lo padezcan, especialmente cuando son conductores. No tiene cura ni tratamiento, ni es una condición que impida sacarse el carné de conducir según las normas de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Pero, a pesar de ello, la realidad es que todo el catálogo de señalización está contemplado con formas y colores identificativos. Por este motivo, los conductores con daltonismo tienen que responsabilizarse o buscar las medidas oportunas para que su situación no influya en la seguridad vial.
Cómo perciben los semáforos las personas daltónicas
Uno de los puntos críticos para una persona daltónica que conduzca son los semáforos. Se debe determinar si el dispositivo está marcando una señal roja, verde o ámbar; puesto que implica una señal de prohibición, permiso o precaución.
Las personas daltónicas, en todo caso, aprenden el reglamento de la DGT, que explicita que son dispositivos fijos en los que la luz superior indica prohibición, la del medio supone precaución y la inferior implica permiso. Si se trata de un semáforo horizontal, el rojo siempre estará a la izquierda, ámbar al centro y verde a la derecha.
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De este modo, la clave para los conductores daltónicos no es el color de la luz del semáforo, que confundirían en cualquier momento, sino la posición de las luces dentro de los semáforos, que siempre se ubican de una manera fija y consensuada.