Adiós a Uber y Cabify en Barcelona. El Parlament de Cataluña ha iniciado los trámites para regular el sector de los vehículos de transporte con conductor (VTC), el sector al que pertenecen ambas compañías, para lograr una correcta convivencia con el taxi.
Los cinco grupos que suman la mayoría absoluta de la Cámara (PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP) han acordado una propuesta de ley que tiene como principal medida la expulsión paulatina y prácticamente total de esta modalidad de transporte en la Ciudad Condal.
En la norma se recoge que las VTC serán simples complementos del taxi en los trayectos interurbanos. Además, este es el único servicio que podrán prestar. También se obligará a aquellas personas con interés en contratar una VTC a precontratarla con, al menos, dos horas de margen, para después hacer uso del vehículo con, al menos, una hora. Junts ha anunciado que intentará corregir algunas de las propuestas.
Limitar al máximo el uso de VTC: la propuesta en Barcelona
La intención de la norma es que los servicios de Uber y Cabify se vean reducidos a únicamente a trayectos largos y ocasionales, orientados principalmente a las necesidades de determinadas empresas o para cualquier evento, pero no para el público general. Además, se mantiene la prohibición de buscar clientes por la calle.
En todo caso, se prevé que la norma pueda experimentar algunos momentos específicos en los que se relaje, con eventos como el Mobile World Congress, donde se prevé una moratoria de la prohibición para facilitar la movilidad en la ciudad.
El veto a la movilidad de las VTC se aplicaría previsiblemente de forma progresiva. Sin embargo, cuando llegue a su culminación, habrá logrado eliminar dos tercios del total de 900 licencias que actualmente existen en Barcelona, segín calcula la Generalitat de Cataluña.
Además, se prevé una nueva normativa para el taxi, que supondrá la obtención del título B1 de catalán, aunque Junts se ha mostrado en contra porque considera que este nivel es insuficiente para prestar este servicio de movilidad. Además, se endurecen las sanciones para evitar que se comentan determinadas infracciones como cobros fuera de tarifas reguladas o que se actúe sin respetar normas de prioridad.
Por otro lado, todos los vehículos que realicen servicios de transporte privado de viajeros tendrán que estar equipados con geolocalizadores para garantizar el cumplimiento de la norma. Los partidos creen que podría salir adelante definitivamente en 2026, aunque las licencias VTC se mantendrán en vigor hasta su expiración oficial, buscando de este modo una transición suave hasta que el servicio desaparezca de la ciudad.