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Un preso mata a golpes al pedófilo que violó a su hermana y le condenan a otros 24 años de cárcel

El hombre asesinado comenzó a alardear de sus crímenes ante el preso: finalmente ha sido condenado a 24 años de cárcel.

Un preso mata a golpes al pedófilo que violó a su hermana y le condenan a otros 24 años de cárcel

Redacción

09 Agosto 2021 17:02

Shane Goldsby, un preso de 26 años del estado de Washington (Estados Unidos), ha sido sentenciado a 24 años adicionales de prisión por asesinar a su compañero de celda, un violador de niños que había abusado en el pasado de su hermana.

Goldsby se declaró culpable de los cargos de asesinato en segundo grado y fue sentenciado por golpear hasta la muerte a su compañero de celda, Robert Munger, de 70 años. Los hechos ocurrieron en junio de 2020, pero la sentencia se hace ahora efectiva.

Munger se encontraba en prisión condenado a 43 años de cárcel por múltiples cargos de abuso sexual infantil y pornografía infantil. La dirección de la cárcel le asignó como compañero de celda a Goldsby en mitad de su condena.

El ahora condenado asegura que estalló cuando escuchó a Munger alardear de sus crímenes. Mientras se encontraba en un área común de la cárcel, se acercó por detrás y le atacó, tirándolo al suelo, antes de golpearlo y patearlo en la cara en 14 ocasiones, antes de pisarle la cabeza en otras cuatro. Murió tres días después por las heridas.

Descubrió que su hermana había sido víctima

El condenado asegura que mató a su compañero de celda después de descubrir que su hermana, todavía menor de edad, era una de sus víctimas, según KHQ. "Tenía tantas cosas en la cabeza. No estaba estable en ese momento. Yo no lo estaba. Estaba llegando a ese punto, porque Munger seguía queriendo darme detalles sobre lo que sucedió, lo que hizo, sobre las fotos y los vídeos de él haciendo esas cosas. Se estaba acumulando", ha declarado.

La madre de la niña, Cindy Elliot, así como un informante anónimo, le habían informado sobre lo sucedido con la menor. Goldsby expresó su incredulidad ante lo sucedido, pero cuando se enteró de la identidad del agresor, solicitó un compañero de celda diferente, una petición que fue finalmente ignorada.

El Departamento de Correcciones de Washington dijo que tiene una política en contra de dichas asignaciones, pero afirma que, tras una revisión, descubrió que ante el problema de diferentes apellidos, no pudo encontrar la conexión entre ambos.

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