El pasado 8 de agosto, el atleta italiano de 29 años, Mattia Debertolis, falleció en el hospital de Chengdu, China. Las causas se deben a las altas temperaturas, que alcanzaron los 43 grados durante la competición de orientación en la que estaba participando. Los familiares, asombrados por este trágico suceso, han pedido explicaciones y los encargados de la competición temen que los rescatistas llegaran demasiado tarde.
La Asociación Internacional de Juegos Mundiales, el Comité Organizador de Chengdu y la Federación Internacional de Orientación han confirmado el fallecimiento del atleta. Mattia estuvo cuatro días en el hospital por el colapso ocasionado en la prueba masculina de media distancia de orientación a pie en los Juegos Mundiales de China.

Según explica Corriere della Sera, Mattia decidió correr a pesar del calor abrasador junto con sus compañeros, enfermó durante la carrera y murió en un hospital de China tras recibir la extremaunción a petición de su familia.
Durante la carrera
La carrera a pie que se realizó en la competición china era de orientación. Los participantes no solo contaban con las altas temperaturas sino que para llegar a la meta disponían de un mapa y una brújula. Por precaución, todos los competidores llevan un GPS. No era la primera vez que Mattia participaba en una carrera de este tipo, puesto que en sus redes sociales podemos ver numerosas competiciones en las que ha participado.
Mattia #Debertolis, atleta della Nazionale di Corsa Orientamento è morto alle 22.23 ora italiana mentre si trovava ricoverato in ospedale in Cina. Fatale il malore durante la corsa con 43 gradi #orienteering pic.twitter.com/66ux366sRq
— Tgr Rai Trentino (@TgrRaiTrentino) August 12, 2025
El presidente de la Federación Italiana de Orientación (FISO), Roberto Pradel, comunicó que el GPS de Debertolis dejó de funcionar en un momento de la carrera: "Durante un tiempo se quedó en el mismo lugar y todos pensábamos que era una suspensión técnica, como suele ocurrir en las carreras de orientación", aseguró Pradel. Muchos de los organizadores de la competición pensaron que se trataba de un fallo técnico.
Pero no fue un fallo técnico, el atleta italiano estaba pidiendo ayuda cuando se desplomó. Pradel explica que fue una fatalidad: "No haber sufrido el malestar cerca de uno de los puntos de control con personal". Por ello, lamentan que los socorristas no pudieran llegar antes.
A pesar de lo ocurrido, la carrera continuó. La FISO declara que ha sido un "golpe durísimo" e invita a la reflexión sobre las condiciones extremas en las que se viven estas competiciones. La familia sigue buscando explicaciones y califican de "absurdo" todo lo acontecido.