Las autoridades de Corea del Sur han declarado ilegal el consumo de carne de perro. Se castigará la cría y matanza de estos animales, así como la venta de su carne para el consumo, con penas de hasta tres años de cárcel o multas de hasta 30 millones de wones (21.000 euros).
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El país cuenta con una larga tradición en el consumo de carne de perro, que ha llegado a alcanzar hasta un millón de canes anuales, según las estimaciones, sin embargo, se han reducido con su adopción como mascotas.
La población urbana del país no contempla esta práctica y los activistas por los derechos de los animales habían aumentado su presión para lograr avances en materia legislativa. Finalmente, el presidente Yoon, que ha enardecido las políticas en defensa de los derechos de los animales como una de sus banderas, ha desarrollado una política que prohíbe esta práctica.
Entrada en vigor
La medida ha sido impulsada por el Partido del Poder Popular (PPP) y consensuada por el resto de partidos, que finalmente ha contado con la aprobación de la Cámara con 208 votos a favor y 2 abstenciones.
La norma cuenta con un período de gracia de tres años, antes de su entrada definitiva en vigor, que se producirá definitivamente en 2027, cuando se contemplarán duras sanciones que incluirán penas de prisión de hasta dos años y multas de hasta 30 millones de wones (21.000 euros).
En la norma aprobada también se incluye un plan de reconversión para aquellas personas que han participado en la industria de la carne de perro, con el objetivo de poder dedicarse a otras actividades.
La directora ejecutiva de HSI Corea, Chae Jung-ah, ha defendido que esta medida representa "un punto de inflexión" en la sociedad surcoreana, puesto que "la mayoría de ciudadanos rechaza comer perros y quiere ver ese sufrimiento relegado a los libros de historia".