Adiós Yoigo. La marca de telecomunicaciones se ha consolidado como un operador relevante en nuestro país, que irrumpió en el mercado con el objetivo de hacer frente a las empresas más consolidadas del sector, Movistar, Vodafone y Orange.
Han pasado casi dos décadas desde que Yoigo llegó a España y ahora llega un momento convulso para el mercado de las telecomunicaciones. Toda la red de antenas propias de Yoigo llega a su fin, puesto que la marca ahora propietaria del operador, MásOrange, ha ordenado apagar, de forma ordenada y progresiva, toda su infraestructura.
Este movimiento forma parte de la integración de Yoigo en el Grupo MásOrange, el gigante de las comunicaciones que surgió tras la fusión de MásMovil y Orange. De este modo, se busca optimizar los recursos disponibles, evitar duplicidades y aumentar la rentabilidad.
Cierre de Yoigo: desaparece su red en España
Yoigo irrumpió en el mercado en 2006 aprovechando la concesión otorgada inicialmente a Xfera Móviles, un operador que no llegó a ver la luz y al que el Gobierno dio capacidad de competir con las grandes marcas del sector para incrementar la competencia a través de un cuarto operador en España.

Por este motivo, era el único operador con red propia, junto a Movistar, Vodafone (antes Airtel) y Orange (antes Amena). El resto de firmas que han surgido con el paso de los años, como Digi, Lowi, Lebara o Pepe Phone, han crecido en régimen de Operador Móvil Virtual (OMV), alquilando las redes de los grandes del sector.
Pero con la incorporación de Yoigo a Orange, perdía su naturaleza inicial. De este modo, las redes de Orange y Yoigo ya no competían entre sí, sino que tenían la finalidad de servir a una cartera de clientes compartida entre ambos operadores.
Por este motivo, el cierre de las redes de Yoigo no sorprende, puesto que es un paso natural en la integración entre ambas redes. De este modo, podrá contar con la misma cobertura, pero menos antenas, menor coste de mantenimiento, ahorro de alquileres para los emplazamientos o menor pago a proveedores.
La fusión entre empresas crea sinergias superiores a 500 millones de euros anuales, que se empezarán a contabilizar desde 2027, según MásOrange. Por este motivo, el apagón de las redes de Yoigo supone un paso clave en la estrategia para alcanzar estos objetivos. Solo en el primer semestre de 2025, la compañía logró un ahorro de 230 millones de euros y prevé alcanzar este ejercicio con 300 millones.

Al inicio de 2025, Yoigo contaba con una red propia que todavía mantenía 7.400 antenas. Sin embargo, se han ido desconectando de manera progresiva. En abril contaba con 6.300, en agosto se redujo a tan solo 439 y finalemnte en septiembre desaparece por completo.
La mayoría de antenas que todavía permanecen en activo están localizadas en la provincia de Barcelona y utilizan la banda de 1800 MHz, que ha permitido a Yoigo convertirse en la primera operadora de España en lanzar conexión 4G en 2013.
A pesar de que aparentemente es una medida drástica, no tendrá grandes efectos en los usuarios. Todas las marcas del grupo, como Orange, Yoigo, MásMóvil, Pepephone, Virgin Telco, Lyca Mobile, Lebara, Simyo, Llamaya, Jazztel, Telecable o Euskaltel apenas sufrirán modificaciones. Los teléfonos serán migrados inmediatamente a la red de Orange, con una cobertura de 4G del 99% y del 5G del 90%.
Por este motivo, no será necesario ningún cambio de tarjeta SIM ni realizar ningún tipo de ajuste en el dispositivo. La transición se realizará de manera automática y será totalmente transparente para el usuario, que no percibirá ningún cambio.
Esta medida, por tanto, es un ajuste técnico de gran relevancia simbólica. Es el final de una época marcada por la fragmentación, puesto que vuelve a consolidar tres operadores en España, centrados en la eficiencia de la red, reducción de costes y potenciación de redes de nueva generación como 5G, con la vista puesta en el desarrollo del 6G.
A pesar de este movimiento, Yoigo continuará comercializándose como una marca, aunque permanecerá bajo el paraguas de MásOrange y empleará toda su infraestructura. La empresa simplemente ejecuta este cambio para una mayor eficiencia en su estructura y optimizar todos sus recursos.