Adiós a Ticketmaster como lo conocemos. La empresa de venta de entradas por internet ha sido objeto de críticas por los precios dinámicos que establece en su plataforma, una política que lleva a cambios de importes drásticos para los usuarios en función de la demanda.
En este contexto, el regulador de la competencia británico ha logrado que la empresa se comprometa a garantizar que los clientes puedan estar totalmente informados en todo momento sobre los precios. Una decisión que se adopta tras las quejas recibidas por la venta de entradas para la gira de verano de la banda británica Oasis.
Los fans de la banda se vieron obligados a esperar durante varias horas en internet para lograr entradas para los conciertos de reunión de la banda Oasis. Cuando finalmente pudieron acceder a las entradas, se toparon con el hecho de que los precios habían subido respecto al inicio de la cola.
"Los cambios que hemos conseguido proporcionarán a los fans más información sobre los precios y descripciones claras de lo que obtienen exactamente por su dinero", ha defendido Sarah Cardell, directora ejecutiva de la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA).

"Si Ticketmaster no cumple con estos cambios, no dudaremos en tomar medidas adicionales", ha advertido a la plataforma. Ticketmaster, que depende de la empresa Live Nation, ha adoptado los cambios de forma voluntaria, aunque en ningún momento ha admitido infracción o responsabilidad, según la CMA.
Se niegan las acusaciones
En todo caso, se explicó que no se habían encontrado pruebas que indicasen que Ticketmaster había empleado precios algorítimicos durante la venta de las entradas para el concierto de regreso de Oasis. Los precios de las entradas fueron ajustados en tiempo real y cambiando según las condiciones, incluyendo cuestiones como alta demanda, a pesar de que los seguidores no creyeron que fuera la circunstancia.
Ticketmaster ha aceptado la declaración de la CMA porque exime a la plataforma de haber aplicado precios dinámicos en sus entradas. Haber optado por ello hubiera implicado incurrir en prácticas desleales o el incumplimiento de la legislación en materia de consumo.
Ante el revuelo causado, la plataforma ha optado por cambiar sin embargo su política interna para apaciguar las críticas: "Para mejorar aún más la experiencia del cliente, nos hemos comprometido voluntariamente a comunicar con mayor claridad los precios de las entradas en las colas", ha expresado en un comunicado.