La asociación ultracatólica Abogados Cristianos ha interpuesto una denuncia contra el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, por el diseño de la última edición del cartel de las fiestas de la Mercè. Los denunciantes consideran que podría haber incurrido en un delito de escarnio, recogido en el artículo 525 del Código Penal, al considerarlo responsable último de la composición.
La organización Abogados Cristianos considera que el cartel, que ha sido elaborado por el director y guionista de cine Lluís Danés, "mezcla el imaginario circense propio de un 'freak show' con la iconografía religiosa". Además, asegura que no permitirá que ningún dirigente, por "falta de ética o transparencia", pueda "emplear lo público para humillar a los católicos y fomentar la confrontación social".

La presidenta de esta asociación, Polonia Castellanos, ha vinculado directamente este cartel con los escándalos de corrupción que han afectado al PSOE: "No es casualidad que este tipo de ataques a los símbolos religiosos coincida con la deriva moral de un PSOE envuelto en casos de corrupción y en políticas que menosprecian los derechos fundamentales de miles de ciudadanos", ha señalado en un comunicado.
El Ayuntamiento se defiende
Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona ha defendido en este momento el cartel con el que se publican las fiestas de la Mercè de Barcelona y han atribuido su composición, en exclusiva, a la "libertad creativa" del autor, así como mantienen que "en ningún caso" se ha inspirado en motivos o figuras religiosas.
Mientras tanto, la organización, que defiende postulados ultracatólicos ha criticado el cartel junto al Arzobispado de Barcelona, puesto que considera que la composición ridiculiza en todo momento la imagen de la Madre de Dios y ofende a los católicos.
La programación de las fiestas también ha contado con otras polémicas, como no haber incluido la tradicional misa en la basílica de la Mercè, que siempre se había incluido en el programa de la fiesta hasta que Ada Colau llegó a la alcaldía de la ciudad en 2015. A pesar de que el Arzobispado de Barcelona confiaba en incluir la misa en el programa de las fiestas, tras la llegada de Collboni no se ha optado por cumplir con esta petición.