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¿La asexualidad es real? Hablamos con una joven asexual que nos lo explica

No es un trastorno mental, ni una enfermedad o una fase en la vida de alguien. Es la llamada 'cuarta orientación sexual'.

Hay muchas personas en el planeta que no practican sexo. Algunas porque no tienen con quién, otras porque así lo han decidido. Los motivos por los que una persona no tiene relaciones sexuales en su vida cotidiana pueden ser muy diversos. Algunas personas son víctimas de experiencias traumáticas como violaciones o abusos sexuales. Esto les puede suponer un rechazo absoluto hacia el sexo.

Por otro lado están los motivos religiosos o culturales. Hay gente que decide llegar virgen al matrimonio, otros que practican el celibato. En Japón, por ejemplo, casi la mitad de las mujeres y un 30% de los hombres no están interesados en el sexo porque han decidido centrar sus vidas en el trabajo y en otros ámbitos alejados de las relaciones sentimentales o la paternidad.

La asexualidad es la cuarta orientación sexual
"La asexualidad es la cuarta orientación sexual"

Sin embargo, hay otro motivo que nada tiene que ver con practicar el celibato o tener algún tipo de trastorno que te impida tener relaciones sexuales. Se trata de la asexualidad. Puede que hayas escuchado hablar de ella alguna vez, pero quizás no sepas muy bien de qué se trata.

1 ¿Qué es la asexualidad?

No es un problema mental ni físico, tampoco es una decisión en sí, ni una incapacidad para practicar sexo. Se trata de una orientación sexual. La denominada 'cuarta orientación sexual' (junto a la heterosexualidad, homosexualidad y bisexualidad). Son personas que no tienen deseo sexual y no les interesa el sexo. No forma parte de sus vidas, sin más.

Se han realizado diversos estudios sobre la presencia de esta orientación sexual en la población mundial. Se estima que alrededor del 1% de personas se considera asexual. A gran escala puede parecer poco, pero son millones de personas.

El morado, blanco, gris y negro son los colores de la bandera asexual
"El morado, blanco, gris y negro son los colores de la bandera asexual"

AVEN (Asexual Visibility and Education Network) es una comunidad internacional en la que más de 100.000 personas luchan por la aceptación social de esta orientación sexual. Ahí se explica muy bien en qué consiste la asexualidad: se trata de vivir sin sexo porque a los asexuales el sexo les es totalmente indiferente.

Esto nada tiene que ver con estar en contra de la actividad sexual. No les ofende, ni lo critican, ni les parece mal. Sencillamente, no les interesa.

2 Los asexuales también pueden tener pareja

Pese a todo, y aunque el sexo no forme parte de sus vidas, los asexuales (como el resto de la humanidad) tienen también necesidades emocionales y sienten atracción sentimental por otras personas. Pueden tener pareja (de hecho, la buscan como el resto de los mortales) aunque el sexo, para ellos, no sea significante.

Algunos asexuales tienen parejas sexuales. Unos tienen relaciones abiertas (sus parejas, sexuales, pueden mantener sexo con otras personas); otros, por el contrario, complacen a sus parejas en la cama. Tienen sexo, aunque no tengan deseo sexual.

La psicóloga Nuria Jorba lo compara con la comida (como cuando uno come por aburrimiento: no lo hace por el placer que puede sentirse al comer). No rechazan el sexo, simplemente no tienen necesidades sexuales, aunque puedan complacer a sus parejas.

La asexualidad no tiene nada que ver con el celibato
"La asexualidad no tiene nada que ver con el celibato"

Por consiguiente, un asexual puede reconocer a una persona atractiva. Como cuando un hombre heterosexual puede reconocer a otro hombre guapo o atractivo sin necesidad de sentir atracción sexual por él.

Dentro de la asexualidad hay diferentes variantes u orientaciones. Por un lado están los heterorrománticos, que se sienten atraídos sentimentalmente por el sexo opuesto (es decir, se enamoran del sexo opuesto sin necesidad de sentir atracción sexual). Por otro lado, los homorrománticos son el perfil opuesto y los arrománticos no sienten ningún tipo de inclinación.

3 El día de la visibilización asexual

A mediados de mayo de 2015 se celebró el #AceDay, el día de la visibilización asexual. Este movimiento pretendía que aquellos que se sintieran identificados con la asexualidad participaran activamente a través de las redes sociales subiendo fotos. Estas fotografías tenían una particularidad.

Selfie por el día de la visibilización asexual
"Selfie por el día de la visibilización asexual"

Debían ser selfies donde el asexual mostrara un as de la baraja de póker. Cada naipe de la baraja significaba una variante dentro de la asexualidad. El as de picas representaba al asexual que no siente ni siquiera atracción romántica por nadie. El de trébol mostraba las inseguridades de una persona que, pese a identificarse con la asexualidad, no estaba seguro de su orientación.

Por otro lado, mostrar el as de corazones representaba al asexual estándar: alguien que no tiene impulso sexual, aunque sí siente atracción sentimental. Y, por último, el as de diamantes o el que identificaba a los demisexuales: solo sienten atracción sexual cuando se da un vínculo emocional muy fuerte con otra persona.

4 Hablamos con una joven asexual: "no es un trastorno ni una enfermedad"

Interesados por conocer un poquito más acerca de esta escondida orientación sexual, nos ponemos en contacto con El Príncipe Lila, una de las asociaciones nacionales LGTB más importante de nuestro país, desde donde uno puede informarse sobre cualquier aspecto acerca de diferentes colectivos como el intersexual, poliamoroso, bisexual...

Conseguimos hablar con Andrea, una joven de 21 años que estudia periodismo. Y es asexual y arromántica: ni el sexo ni las relaciones sentimentales le interesan.  Andrea defiende que la asexualidad es una orientación sexual como otra cualquiera, al contrario de lo que piensan algunos: "no es un trastorno ni una enfermedad".

Existen muchos variantes dentro de la asexualidad
"Existen muchos variantes dentro de la asexualidad"

En el caso de Andrea, ya en su adolescencia se empezó a dar cuenta de que era diferente a los demás: "veía como todos a mi alrededor empezaban a mostrar interés por otras personas en el plano sexual y romántico, pero a mí nunca me interesó". Hablando con un amigo descubrió lo que le pasaba: era asexual. Buscó algo de información en Google, pero "por no ser la rara de mi grupo lo dejé estar".

Andrea quiere dejar muy claro que la asexualidad "no es una fase, no es un periodo en la vida que la persona tenga que superar". Esto no quiere decir que una persona considerada asexual no pueda sentir placer con el sexo: "puede disfrutarlo, pero simplemente no lo busca".

Cuando le preguntamos sobre la excitación física en un asexual, Andrea marca una diferencia clave a tener en cuenta: "podemos excitarnos, pero es menos habitual ya que depende de la relación sentimental y la situación de cada uno". En cuanto a la masturbación, "puede o no darse, y cuando se da, se trata de una necesidad biológica".

Lo que está claro es que la asexualidad es un colectivo invisibilizado "y, como consecuencia, discriminado", matiza Andrea. "Es muy frecuente encontrarme con respuestas del tipo 'tú eres lesbiana y todavía no te has dado cuenta'. Creen que somos personas en el armario. Es muy pesado tener que repetir una y otra vez que no, que esto no es así". Ella tiene la solución para visibilizar esta otra forma de entender el sexo: "se solucionaría si la asexualidad tuviera un poco más de difusión y presencia en charlas educativas".

A día de hoy, la asexualidad está muy invisibilizada
"A día de hoy, la asexualidad está muy invisibilizada"

Pero no solo hay que hablar del tema, el cambio en la sociedad ha de ser profundo, de base, como dice Andrea. "En la sociedad actual, el sexo se vende como un éxito personal, como una manera de demostrar el valor de una persona, más que como algo natural". A estas conclusiones ha llegado como consecuencia de su condición: "ser asexual me ha facilitado ver cómo se nos define en función de con quién, cómo y dónde te hayas acostado con otra persona".

Sea como fuere, nuestra sociedad todavía no está preparada para comprender la asexualidad mientras siga habiendo personas que crean que se trata de una enfermedad mental. "La asexualidad no es un problema, porque a mí no me hace la vida más difícil, me hacen la vida más difícil las personas que intentan solucionarla".

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