Donald Trump ha dado un nuevo giro a su política arancelaria y esta vez ha puesto el foco en la industria cinematográfica. El presidente de Estados Unidos anunció este domingo, 4 de mayo, que autoriza al Departamento de Comercio a imponer un arancel del 100% a todas las películas extranjeras que se exhiban en el país. El objetivo, según explicó en su red Truth Social, es frenar la "rápida decadencia" del cine producido en territorio estadounidense.
Trump justifica la medida por la pérdida de competitividad frente a otros países que, afirma, "están ofreciendo todo tipo de incentivos para atraer rodajes". A su juicio, esta situación constituye una amenaza directa a la economía nacional y, en sus palabras, "una forma de mensajería y propaganda que afecta a la seguridad del país".
Aunque no se han detallado aún los mecanismos para aplicar esta política, la decisión genera incertidumbre en una industria que opera desde hace años con una lógica internacional. Muchos largometrajes de gran presupuesto —como la próxima entrega de 'Mission: Impossible' o las producciones de superhéroes de Marvel — combinan localizaciones en EE. UU. con rodajes en Europa, Canadá o Australia, precisamente por los beneficios fiscales que ofrecen estos países.
Trump, sin embargo, insiste en que el proteccionismo es necesario. En sus declaraciones posteriores desde la Casa Blanca, acusó a otras naciones de "robarle a Estados Unidos su capacidad de hacer cine". Una crítica que no es nueva en su discurso: ya en 2016, antes de asumir el cargo, propuso que figuras como Mel Gibson o Sylvester Stallone lideraran el resurgimiento del cine nacional.

Una industria en crisis
La industria cinematográfica estadounidense no atraviesa su mejor momento. La pandemia, las huelgas de guionistas y actores en 2023, los incendios en California y la creciente competencia internacional han lastrado la producción. Según la firma ProdPro, el volumen de rodajes en el país cayó un 26% en comparación con 2021. Incluso en California, epicentro histórico del cine, la caída fue del 5,6% en 2023.
La pérdida de atractivo también se refleja en los destinos preferidos para grabar. En la última encuesta publicada por 'The Hollywood Reporter', ninguna ciudad estadounidense figuraba entre las cinco más elegidas por los ejecutivos del sector. Toronto, Londres, Vancouver, Europa Central y Australia lideraban la lista.
Mientras tanto, Hollywood sigue siendo un motor de exportación. Datos de la Motion Picture Association señalan que en 2023 las películas estadounidenses generaron 22.600 millones de dólares en exportaciones, con un superávit comercial de más de 15.000 millones. La MPA, sin embargo, aún no se ha pronunciado sobre la nueva medida.
El anuncio de Trump refuerza su imagen de "hombre de los aranceles" y marca un nuevo frente en su cruzada por relocalizar sectores estratégicos. Esta vez, en nombre del séptimo arte.