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'Captagon', la droga que emplean los yihadistas para cometer atentados

La sustancia permite que los terroristas pierdan la sensación del miedo y cuenten con mayor energía y decisión a la hora de perpetrar atentados.

El auge del terrorismo islámico en Europa está convertiéndose en todo un peligro. Prueba de ello son los recientes atentados perpetrados en Manchester, París o Niza, que han dejado un número de víctimas considerable.

El peligro de los "retornados" del conflicto sirio es todo un hecho. Personas que llegan a Europa completamente radicalizadas y con una formación militar muy eficaz. Sin embargo, muchas veces nos preguntamos: ¿cómo son capaces de decidirse a cometer actos tan crueles? ¿Cómo son capaces de atarse un cinturón de explosivos al cuerpo y caminar tan tranquilamente por aviones, estaciones de tren o salas de concierto? ¿Cómo consiguen entrar sin ningún tapujo en una discoteca y arrasar contra todos los jóvenes que encuentran?

La respuesta se encuentra en la siguiente palabra: Captagon. Se la conoce como la droga de los yihadistas, y no es para menos: sus efectos, entre los que se encuentran la eliminación del cansancio y del miedo o la generación de una sensación de euforia, son las claves que emplean para combatir en los frentes del Daesh y para atacar en suelo europeo.

Varias pastillas de Captagon
"Varias pastillas de Captagon"

Esta nueva 'droga de moda', está en completo auge. Prueba de ello es que las búsquedas del término 'Captagon' se hayan multiplicado por cien en los últimos meses. Una especie de 'Soma', la droga que se empleaba en la novela 'Un mundo feliz' de Aldous Huxley para controlar a la población de un distópico futuro estado totalitario.

La sustancia están distribuyéndose poco a poco con mayor frecuencia. El pasado martes 27 de mayo, la Policía francesa confiscó 135 kilos de un cargamento de esta sustancia procedente del Líbano. El 10 de mayo, también se confiscaron 600.000 píldoras de esta droga en Grecia, uno de los puntos claves en el tránsito de personas desde Oriente Próximo a Europa.

Y es que la clave parece estar en Arabia Saudí, un país que en más de una ocasión ha sido relacionado con la financiación de las redes yihadistas a nivel internacional. Prueba de ello son todos los materiales que el periodista Javier Espinosa, del diario El Mundo, pudo comprobar durante su encarcelamiento por el grupo yihadista: todo lo que poseían llevaba el sello 'Made in Arabia Saudi'.

Los cargamentos hallados en Francia tenían como destino el país árabe pasando por Turquía, en vez de la República Checa, tal y como afirmaban sus dueños. Este punto ha hecho sospechar a las autoridades.

La Policía francesa incautó un cargamento de Captagon recientemente
"La Policía francesa incautó un cargamento de Captagon recientemente"

Sin embargo, lo que sí está confirmado, es el uso de esta droga: "nos daban drogas, pídoras alucinógenas que hacían que fuéramos a la batalla sin preocuparnos de perder la vida", relató un exmilitante del grupo yihadista a la cadena de televisión CNN.

Precisamente, los informes de investigación de los atentados de París del pasado 13 de noviembre de 2015, en los que murieron 137 personas, se realizaron varios informes en los que explícitamente se sugería que los autores de la masacre podrían haber consumido Captagon en el momento de realizar el atentado.

Una droga en auge

El Captagon permite disminuir la percepción del riesgo y causa euforia
"El Captagon permite disminuir la percepción del riesgo y causa euforia"

El Captagon era antiguamente conocido como Fenetilina, una combinación de anfetaminas y teofilinas que se usaba para tratar la narcolepsia y el déficit de atención e hiperactividad. Fue legal desde 1961, cuando se sintetizó, hasta la década de los 80, cuando la OMS decidió ilegalizar su venta al incluírla en el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas.

Fue entonces, cuando la sustancia pasó de Occidente a Oriente Próximo. Un estudio de la Universidad de Columbia demostró que se había extendido poco a poco por todas las naciones del Golfo, como Arabia Saudí, Qatar o los Emiratos Árabes Unidos. Causalmente, Siria (centro de operaciones del Estado Islámico) se ha convertido en el principal productor de esta droga a nivel mundial.

Y es que se da la paradoja de que en el estricto código moral del Daesh, el consumo de drogas está completamente vetado. Para no tener que ceñirse a esta norma y para no sentirse culpables, todos ellos argumentan que en realidad se trata de un medicamento con el que facilitan el desempeño de sus actividades y en ningún caso se trata de una droga recreativa. Sin embargo, la composición del 'medicamento', hace dudar sobre esta postura.

El uso de drogas en conflictos

Las tropas hitlerianas acostumbraban a consumir anfetaminas para aumentar su rendimiento en el frente de batalla
"Las tropas hitlerianas acostumbraban a consumir anfetaminas para aumentar su rendimiento en el frente de batalla"

Si se confirma esta noticia, no se trataría del primer caso de uso de drogas en conflictos armados a lo largo de la historia. Los casos más sonados de este tipo se produjeron en la II Guerra Mundial, cuando el ejército de la Alemania Nazi empleaba una droga llamada Pervitin, que en realidad era metanfetamina, con la que buscaban potenciar la energía de las tropas, así como evitar que pudieran sentirse cansadas o deprimidas.

El propio Adolf Hitler llegaba a inhalar cocaína en polvo para estar más despierto a la hora de planificar los ataques y, según relatan sus expedientes médicos, para tratar sus problemas de sinusitis (aunque esta causa es, quizás, más discutible).

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