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El Pirulí de Madrid cumple 40 años: así funciona y algunas de sus curiosidades

El Pirulí de inauguró el 7 de junio de 1982 y sirve de epicentro para la distribución de la señal TDT y radio por toda España.

El Pirulí de Madrid cumple 40 años: así funciona y algunas de sus curiosidades

La torre de telecomunicaciones más conocida de toda España cumple 40 años. Desde la boda de los reyes Felipe y Letizia hasta el día a día de la invasión de Ucrania, el Pirulí de Torrespaña ha seguido todos los acontecimientos en nuestro país desde 1982. Se inauguró para retransmitir el Mundial de Fútbol celebrado ese mismo año y desde entonces su señal ha llegado a las casas de todos los españoles.

Tras cuatro décadas en funcionamiento, es considerado a día de hoy el centro neurálgico encargado de hacer llegar las señales de radio y TDT a todos los rincones de España. Por ello, hemos querido hacer un repaso a su historia y ver alguna de las curiosidades de este monumento de comunicaciones tan icónico en Madrid.

¿Para qué sirve?

La principal función del Pirulí de Madrid es recoger, tratar, supervisar y retransmitir las emisiones de más de 50 cadenas de televisión y una quincena de radios a través de sus más de 400 antenas. Esta torre de 220 metros de altura, el equivalente a un edificio de 60 plantas, alberga en su interior una compleja infraestructura de cables, radioenlaces fijos y móviles y equipamiento técnico. Además, en ella trabajan unas 20 personas durante las 24 horas del día, todos los días del año.

Un centro de comunicación sin platós

Una de las creencias populares más extendidas sobre el Pirulí es que en su interior se graban programas de televisión o informativos. Pues sintiendo tener que decepcionar a quiénes tengan esta creencia, la famosa torre de comunicaciones solamente tiene un uso puramente técnico. Si bien se encuentra próximo a cadenas nacionales como RTVE, en sus instalaciones nunca han habido platós de televisión. Tampoco tiene restaurantes, cafeterías o miradores abiertos al público.

A prueba de cortocircuitos

Si hay algo fundamental que debe tener el Pirulí es un buen sistema para evitar apagones. De él dependen la mayoría de las retransmisiones que se hacen en el país y un cortocircuito puede ser catastrófico. Por ello, esta torre se construyó con una pionera técnica de arquitectura que la dota de cierta elasticidad para que no se rompa la estructura. Puede soportar rachas de viento de hasta 200 kilómetros por hora y oscilar hasta un metro en el aire cuando sopla el viento.

Por otro lado, el Pirulí también está preparado contra cualquier tipo de incendio y cuenta con avanzados sistemas de protección frente a apagones. En sus 40 años de historia solo ha sufrido un percance: en agosto de 2002 un incendio causado por un cortocircuito dejó sin televisión a los madrileños durante cerca de tres horas.

El Pirulí ya fue toda una torre de comunicaciones pionera en su momento y a día de hoy sigue en la cumbre de los sistemas de retransmisión. Hasta el año 1989 perteneció al grupo de RTVE y después pasó a ser propiedad de Retevisión, ahora en manos de la multinacional Cellnex Telecom y actual propietaria de la torre.

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