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11 enseñanzas de Chus Lampreave para vivir la vida con determinación

Del "soy testiga de Jehová y mi religión me prohíbe mentir" al "una operación es como un melón cerrado": fallece Chus Lampreave pero nos deja valiosos conocimientos para enfrentarse a la vida con su mismas ganas.

Ha llegado el día que muchos temíamos: este martes 4 de abril ha fallecido la actriz Chus Lampreave a sus 85 años, la señora por excelencia del cine español y la chica Almodóvar más inolvidable. A los 27 años debutó en 'El pisito', de Marco Ferreri, pero su gran reconocimiento llegó de la mano del director manchego, que recurrió a ella en repetidas ocasiones para encarnar a entrañables papeles secundarios de señoras 'muy suyas'. La crítica reconoció su buen hacer en dos ocasiones, con un premio Goya en 1992 por 'Belle Époque', de Fernando Trueba, y con un premio compartido en el Festival de Cannes de 2006, por 'Volver'; pero el mejor homenaje es el que todos le podemos hacer reconociendo sus papeles y manteniéndola en nuestra memoria.

Para el recuerdo nos deja más de 40 películas, otros tantos personajes inolvidables y muchas, muchas enseñanzas para vivir la vida moderna con determinación que nadie podría haber pronunciado mejor que Chus. Porque "los tiempos han cambiado mucho, la vida ya no es la misma", que diría en 'Entre Tinieblas'.

1 "Soy testiga de Jehová y mi religión me prohíbe mentir"

Mentir está mal. Te buscas líos, te produce estrés, te salen canas, te crece la nariz y encima, si eres testiga de Jehová, molestas al más allá. Nada nada, la próxima vez que en tu trabajo de la portería te pidan que te hagas la loca tú pon la verdad por delante. Ya te gustaría a ti mentir, pero eso es lo malo de las testigas, que no podéis.

2 "¡Cállate, cara de ladilla!"

Guarda esta frase como si fuera un pomo de cobre, porque te servirá para salir airoso de más de una situación comprometida. Porque a palabras necias, un 'cara de ladilla' a tiempo lo arregla todo. 

3 "Perdularia, que eres una perdularia, que lo pierdes todo"

Dice la RAE que una perdularia es una persona que pierde las cosas con frecuencia, aunque también es una 'viciosa incorregible'. Lo cierto es que podrás colarte entre la élite malasañera si comienzas a utilizar esa palabra como insulto entre tu pandilla de modernas.

4 "Un beso no compromete a nada, piensan las alocadas"

Una Chus Lampreave reconvertida a monja daba toda una lección sobre los distintos tipos de besos, como "el indiscreto beso en la garganta o el arrullador beso en el oído, semejante a la confianza de un secreto". Si los sermones de las monjas se convirtiesen en esta especie de lecciones sexuales, otro gallo cantaría, ¿no?

5 "Una operación es como un melón cerrado"

¿Miedo al quirófano? ¿No quieres ni oír hablar de pasar por la consulta del médico? La explicación del melón es tu solución. "Una operación es como un melón cerrado, hasta que no se abre no se sabe si está bueno o está pasado" y el médico ahí no tiene nada que hurgar.

6 "Paso total de vosotras, me aburrís"

Por ejemplo, cuando tu madre y tu tía abuela la del pueblo no dejan de preguntarte si te has echado ya novia, o cuando te cogen entre la vecina del primero y del cuarto y te dicen que qué te pasa que por qué no comes que estás muy 'delgao', o cuando las pesadas de tu amiga no paran de escribir en el grupo del WhatsApp. 

7 "No me chilles, que se me sube el azúcar"

Que nadie te levante nunca la voz, ni siquiera tu hijo el que no te deja chupar los huesos de pollo. Aunque tú te cenes tus magdalenas, estás delicada del azúcar.

8 "Tan joven y ya estás como vaca sin cencerro"

Cuando ya se llega a determinadas edades es normal estar como vaca sin cencerro, pero cuando se es joven, no. La teoría de la hembra del toro está siendo estudiada en universidades de psicología de todo el mundo como medidor de las capacidades cognitivas de una persona.

9 "No sé qué le he hecho a los skinhead"

¿Quién no se lo ha preguntado alguna vez?

10 "Me gustan las magdalenas, el cementerio, las bolsas de plástico, el dinero"

Al final, la vida la forman las pequeñas cosas. Las magdalenas, el cementerio, las bolsas de plástico, el dinero: cosas que le gustan a cualquiera. Chus Lampreave bien podría ser uno de estos pequeños detalles, aunque el hueco que nos deja es muy grande.

Descanse en paz, Chus.

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