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Duke, el perro que ha sido reelegido alcalde en EEUU durante 3 años

Duke es el alcalde de Cormorant, un pequeño pueblo de Minnesota. Tras dos años de mandato, ha sido reelegido por una tercera legislatura. Tras este tiempo, Duke es el líder político con más apoyo en EEUU.

Ocho meses es el período de tiempo que España lleva sin elegir gobierno. Varios pactos, reuniones, acuerdos y votaciones de investidura después, nuestros líderes no se han puesto de acuerdo y nos han llevado a dos (y quién sabe si quizá tres) elecciones. Las dudas han empezado a aflorar entre los españoles que ya no saben si una planta o un perro haría mejor función política que cualquiera de los líderes actuales. Curiosamente es un perro el que ha revolucionado recientemente la política en Estados Unidos.

Se llama Duke, es un Gran Pirineo (si especificamos su raza) y es el alcalde de Cormorant, una pequeña población de 1.039 habitantes en Minnesota, al norte de Estados Unidos. La noticia no solo es curiosa por el hecho de que un perro sea alcalde de un pueblo sino porque ha sido reelegido por tercera vez consecutiva como mandatario de la localidad desde 2014, Los representantes son elegidos cada año mediante papeletas escritas por sus habitantes en un evento anual llamado Cormorant Daze donde se exponen coches, se hacen barbacoas y se tallan esculturas en madera. Todo muy americano.

Duke, el alcalde de Cormorant (ABC)
"Duke, el alcalde de Cormorant (ABC)"

Todo comenzó dicho año cuando alguien publicó el nombre de Duke en uno de los votos, llegando a obtener 12 votos. La participación fue extremadamente baja por lo que esos votos fueron suficientes para que el can fuera elegido alcalde durante ese año. Su popularidad durante sus legislaturas es tal que ahora, al término de su segundo mandato, se ha convertido en la figura política con mayor porcentaje de respaldo en todo Estados Unidos.

Todo parece indicar que Duke seguirá siendo alcalde de Cormorant durante bastantes años. Durante el último Cormorant Daze, Duke, que tiene 9 años, fue reelegido para otro año en la alcaldía. Por supuesto, fue felicitado con abrazos y caricias. "Todos votaron por Duke excepto por un voto que apoyó a su novia, Lassie", explica David Rick, el dueño del perro, que ganó por goleada. "No sé quién se presentaría como su contrincante. Ha hecho muchas cosas buenas por la comunidad", afirma Karen Nelson, una habitante de la localidad. Estamos seguros de que Duke ha hecho cosas increíbles, Karen. Además de ser peludo y adorable, debe de tener unas convicciones políticas increíbles.

Duke es toda una estrella en su pueblo desde que se convirtió en alcalde. Fue acariciado durante cinco horas tras su primera victoria a modo de celebración y obtuvo un año de comida para perro gratis a modo de salario. Incluso su contrincante por aquel entonces, un comerciante local llamado Richard Sherbrook, votó por él con un gran argumento de peso: "Es un perro muy deportivo y le encanta cazar. Protegerá nuestra ciudad". Por si tienes curiosidad, puedes verle aceptar el juramento aquí:

Curiosamente, la historia de Duke ha hecho que muchos estadounidenses se pregunten si un perro podría presentarse a la Casa Blanca en vez de Hillary Clinton o Donald Trump. La duda queda en el aire: si tuvieras que votar entre Clinton, Trump y Duke, ¿a quién votarías? O mejor aún: ¿elegirías a Duke como presidente del gobierno en España?

Otros animales políticos

Duke no es el primer animal que se pasa a la política. Bosco, un cruce entre labrador y rottweiler, estuvo durante 13 años al frente del Ayuntamiento de Sunol, en California, desde 1981 hasta su muerte en 1994. Se convirtió en el primer perro alcalde del país y tenía labores tales como presidir la marcha de Halloween o asistir a eventos vestido con un traje de su tamaño. Un periódico de China le dedicó un artículo en plenas revueltas destacando que el perro era la prueba de que la democracia no funcionaba. En respuesta, Bosco lideró unas protestas frente al consulado chino de San Francisco tras lo ocurrido en Tiananmen.

Pero no solo de perros se alimenta la política. Un gato llamado Hank consiguió 7.300 votos para ser elegido senador por Virginia en las elecciones norteamericanas de 2012. Y Tiao, un mono brasileño, obtuvo 400.000 votos para convertirse en alcalde de Río de Janeiro en 1988. Curiosamente, de haber sido aceptados los votos de ambos animales, habrían quedado en tercer puesto.

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