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Disforia postcoital: la tristeza que aparece tras el orgasmo

Un profundo sentimiento de tristeza tras el culmen de una relación sexual es una experiencia más común de lo que pensamos.

Disforia postcoital: la tristeza que aparece tras el orgasmo

Las relaciones sexuales se representan normalmente como algo positivo, placentero, que alcanza su culmen con un momento de placer intenso conocido como orgasmo. Sin embargo, después de este chute de emociones positivas, divertidas, agradables, hay personas que de manera habitual o el algún momento de su vida han experimentado un fuerte sentimiento de tristeza tras ello. Sin importar lo buena o satisfactoria que haya sido la experiencia.

Esa sensación de vacío, depresión pasajera, mal humor e incluso angustia que emerge en ese determinado momento es conocida por los psiquiatras como 'disforia postcoital', y todavía sigue suponiendo un misterio para la ciencia. Como numerosos asuntos relacionados con la psicología, la psiquiatría o la neurología, su causa sigue opaca a los investigadores, una prueba más de la complejidad que caracteriza al cerebro humano.

Pasa tanto a mujeres como a hombres

Algunas investigaciones al respecto han concluido que se trata de una experiencia bastante común en las mujeres (casi la mitad lo ha experimentado o experimentará alguna vez en su vida), pero los investigadores Joel Maczkowiack y Robert Schweitzer decidieron estudiar si se trata de algo frecuente también en hombres. Psychology Today. El estudio concluyó con que el 41% de los hombres participantes informaron haber experimentado 'disforia postcoital' al menos una vez en su vida y el 20% de ellos dijeron que lo habían hecho en el último mes. Por lo tanto, es una experiencia común tanto para hombres como para mujeres.

Podemos observar que la 'disforia postcoital' es más usual de lo que parece, y puede durar unos minutos o incluso la jornada completa tras el sexo. Sin embargo, solo resulta problemática para el individuo cuando se produce de modo muy frecuente y sus efectos se prolongan durante más tiempo. En ese caso, se aconseja tratamiento terapéutico.

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Disforia postcoital, una experiencia más común de lo que pensamos
"Disforia postcoital, una experiencia más común de lo que pensamos"

Investigadores han teorizado sobre sus motivos, existiendo dos corrientes principales: la biológica y la psicosocial. La hipótesis biológica más relevante es la del doctor Richard Friedman, quien en 2009 relacionó estos sentimientos negativos con la amígdala. Esta glándula regula emociones como el miedo, la angustia o la ansiedad, y el psiquiatra comprobó que su actividad era prácticamente nula durante el sexo. Pero tras el orgasmo y la liberación hormonal, los niveles de actividad vuelven a restablecerse y nos acordamos de que eso que nos preocupa sigue ahí y no ha desaparecido.

Las teorías psicosociales rotan alrededor de la idea que el individuo construye sobre el sexo por su entorno socio-cultural o experiencias pasadas y su relación con él. En la actividad sexual emerge como un conflicto interior y tras llegar al clímax, la culpa, el arrepentimiento, el vacío o la tristeza, sin ninguna otra distracción, toman el control.

A falta de conclusiones, los investigadores alientan a pensar en la disforia poscoital como algo normal en la experiencia sexual. Aunque el sexo a menudo se promociona como la mejor de las experiencias, la realidad es que puede que para muchas personas no lo sea. Quizá toda la romantización, roles de género, prácticas y demás constricciones sociales que existen sobre la actividad sexual nos pasan más factura de la que pensamos.

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